sábado, 13 de agosto de 2016

44. Vampirismo & Licantropía

Buenas tardes, queridos lectores. Esta entrada va con algo de retraso, pero es lo que tienen las vacaciones. También espero hacer esta entrada más corta de lo que es habitual en mí, o al menos voy a intentar que así sea. Efectivamente vamos a hablar de vampirismo y licantropía, concretamente de los orígenes de estas dos especies. Hay mucha literatura especializada sobre el tema, de modo que me voy a limitar a exponer quiénes fueron los primeros especímenes de la historia conocida. La tradición mitológica que existe al respecto expone que los vampiros como los hombres lobo son enemigos jurados. ¿Es esto cierto?



Se ha generalizado mucho esta supuesta lucha de los vampiros y los hombres lobo sobre todo a raíz de películas como Underworld o Van Helsing. Pero en la literatura no encontramos ninguna referencia a este conflicto. En cambio sí que podemos ver que los hombres lobo no son muy sociables y tienen un carácter agresivo, enfrentándose a cualquiera que se les ponga por delante, incluso otros hombres lobo. Ahora bien, vamos a comenzar nuestro análisis con la figura del vampiro. Es una criatura que aparece en prácticamente todas las mitologías del mundo, y está muy arraigada en nuestra cultura. El prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, aunque como he dicho su figura aparece en el folclore de innumerables culturas. El término "vampiro" se empezó a utilizar en el siglo XVIII, aunque sus atribuciones son, evidentemente, muy anteriores. En términos de "vampirismo histórico" tenemos por ejemplo a Vlad III, llamado "El Empalador", príncipe de Valaquia (sur de Rumanía) en el siglo XV; o a la condesa húngara Isabel Báthory, la "Condesa Sangrienta". Ambos personajes estuvieron muy vinculados por la sangre (Vlad se bebía la sangre de sus enemigos e Isabel se bañaba en sangre de doncellas vírgenes).



¿Pero quién fue el primer personaje asociado al vampirismo? Pues proviene de la mitología hebrea, y es muy conocido dentro del folclore judío (de origen mesopotámico, por tanto). Se trata de Lilith, la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Según la leyenda (que no aparece en la Biblia) abandonó el Edén por su propia voluntad (una tradición dice que no toleraba que Adán se colocase encima de ella durante el acto sexual) y se instaló junto al Mar Rojo, entre África y Asia. Allí se dice que se unió con el demonio Asmodeo, con Lucifer, con Samael o incluso con Caín. Más tarde se convirtió en una especie de demonio que raptaba a los niños de sus cunas por la noche y se unía a los hombres como un súcubo (demonio femenino que viola a los hombres mientras duermen), engendrando hijos con el semen que los hombres derraman involuntariamente cuando están durmiendo (polución nocturna). Se la representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, a veces alada. ¿Crees que aquí no hay vampirismo, lector? Au contraire, la tradición dice que los vampiros son criaturas que se alimentan de la energía vital de otros seres vivos (usualmente a partir de la sangre, pero no necesariamente). Lilith ha sido considerada por tanto la primera vampiresa que bebía la sangre de los niños pequeños. Por eso la leyenda asegura que el nombre del Mar Rojo proviene de la sangre de esos niños, derramada por Lilith.

 

Y ahora pasemos a la historia del primer hombre lobo, o licántropo. Mientras que el término "vampiro" proviene de la palabra wupir, de origen eslavo; el término "licántropo" tiene un origen griego. Viene de λύκος, lýkos ('lobo') + άνθρωπος, ánthrōpos ('hombre'). Y es que, efectivamente, el primer mito del que se tiene constancia que aparece un hombre lobo es un mito griego. Se trata de la leyenda del rey Licaón, cuyo nombre ya apunta maneras. Según la mitología griega, Licaón era un rey de Arcadia muy culto y religioso... pero su apasionada religiosidad le llevó a realizar sacrificios humanos. Ovidio afirma que llegó al punto de sacrificar a todos los extranjeros que llegaban a su casa, violando así la bendita ley de la hospitalidad. Es por eso que Zeus, habiéndose enterado de tal aberración, se hizo pasar por un peregrino y se hospedó en el palacio de Licaón. Éste se preparó para matar al peregrino, pero, alertado por algunas señales divinas de su huésped, quiso asegurarse antes de que no era un dios, como afirmaban sus temerosos súbditos. Para ello hizo cocinar la carne de una de sus víctimas o de un esclavo (hay quien dice que incluso a su propio hijo), y se lo sirvió a Zeus. Éste montó en cólera y transformó a Licaón en una criatura mitad hombre mitad lobo; e incendió después el palacio que había sido testigo de tanta crueldad. Nadie sabe qué fue de Licaón. Se dice que uno de sus hijos reformó el reino y le sucedió en el trono, pero murió ahogado en el diluvio que envió Zeus a la Tierra, del que sólo se salvaron Deucalión y Pirra.
   

Bien, he dicho que iba a escribir una entrada breve y así ha sido. Después de todo mi objetivo era mostraros la historia de los primeros especímenes vampiro y licántropo. No obstante, si tenéis curiosidad por saber más de estas peculiares razas, no os preocupéis: estoy preparando un trabajo al respecto que confío poder presentaros en breve. Eso es todo por hoy, nos vemos la semana que viene. Ultreia!

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