lunes, 11 de abril de 2016

29. Lucifer: un nuevo Prometeo

Buenos días, queridos lectores. Os deseo un comienzo de semana lo menos doloroso posible. Hemos vuelto, y vamos a dejar atrás los misterios de Egipto para estudiar una figura a la que aprecio especialmente. Lucifer es un personaje que ha caído en desgracia en la cultura popular, y quiero que esta entrada sirva para redimirle. Todos conocemos la historia de Lucifer: un ángel que quiso ser superior a Dios y fue por ello expulsado del Cielo, convirtiéndose en un Ángel Caído. Se dice que se convirtió en el Demonio, pero eso no es absoluto correcto. Y el resto de la historia hay que matizarla. El nombre de Lucifer ya existía en la mitología clásica, pues significa "portador de la Luz". Era el dios romano del Conocimiento. Esta figura fue adoptada por el pueblo hebreo, y en la Biblia aparece en Isaías. Sin embargo, la historia principal de Lucifer, la que conocemos todos, es fruto de los exégetas posteriores, quienes vieron en ese pasaje la historia de un Ángel más importante que los propios arcángeles, la mano derecha de Dios, que se reveló contra él y por ello fue expulsado del Cielo.



Son muchos los que piensan que todo lo referente a Lucifer se encontraba en la Biblia, pero eso es lo que creen todos los que no se han leído la Biblia. Primero, Lucifer (del latín lux "luz" y fero "llevar": "portador de la luz) es en la mitología romana el equivalente al dios griego Fósforo, "el portador de la Aurora". Este concepto se mantuvo también en la antigua astrología romana en la noción de la stella matutina (el lucero del alba) contrapuesto a la stella vespertina o el véspere (el lucero de la tarde o véspero), nombres éstos que remitían al planeta Venus, que según la época del año se puede ver cerca del horizonte antes del amanecer o después del atardecer. Esto lo contamos más en profundidad en El Arte de los Illuminati. Ciencia & Creencia que podéis adquirir aquí). ¿Entonces Lucifer comparte título con el planeta Venus? Sí. Más tarde, en la tradición cristiana, Lucifer representa al ángel caído, ejemplo de belleza y sabiduría a quien la soberbia condujo a los infiernos, transformándole en Satanás. Pero esto no es así. Al leer la Biblia está claro que Lucifer y Satanás son personajes distintos. Shaitan, raíz de la palabra "Satanás", significa "adversario". Lucifer, por el contrario, personifica la luz del Conocimiento. Lucifer es el nuevo Prometeo. ¿Recuerdáis a Prometeo? El titán que le roba el fuego (Conocimiento) a Zeus para entregárselo a los hombres. Es el portador de la luz de la mitología griega. ¿No veis similitudes entre uno y otro, descendiendo ambos del cielo para llevar el fuego a los hombres?


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El Prometeo griego de Rubens y el Lucifer hebreo de Doré

Dos portadores de luz descendiendo del Cielo... pero Lucifer no compartió ese saber con los mortales, ¿no? Y Prometeo no fue expulsado del Cielo ni convertido en demonio, ¿verdad? Bueno, lo primero que hay que aclarar es que Lucifer nunca fue expulsado a los infiernos, sino a la Tierra. Es decir, el hogar de los hombres, el mismo sitio al que desciende Prometeo. Y en efecto, el titán no es expulsado del Cielo (ya que no habita en él), pero en cambio es castigado por el dios de turno, que en este caso es Zeus. Prometeo es encadenado al monte Cáucaso, en Rusia, y todos los días un águila le roía el hígado (que es el único órgano que se regenera). Comparado con esto, el castigo de Lucifer de ser expulsado a la Tierra y luego atribuírsele el papel de Satanás es bastante llevadero.

Los dioses griegos son muy suyos a la hora de castigar, pero nuestro dios bíblico Yahvé no se queda atrás, como ya hemos visto en alguna ocasión. Sin embargo, la historia de la expulsión de Lucifer aparece por primera vez en un texto del profeta Isaías (14, 12-14) de la Vulgata de San Jerónimo (siglo V), traducción que hace él de la Biblia, del griego (Nuevo Testamento) y del hebreo (Antiguo Testamento) al latín, para designar a la palabra Lucero. En este texto se vislumbra el relato del ángel caído:

" ¡Cómo has caído desde el cielo, Lucero, hijo de la Aurora! 
¿Cómo has sido abatido a la Tierra, tú, el dominador de naciones? 
Te decías en tu corazón: el cielo escalaré, encima de las estrellas de 
Dios levantaré mi trono, en el monte de la asamblea me sentaré, 
en lo último del Norte. Subiré a las alturas de las nubes, seré 
igual que el Altísimo.” Mas, ay, has caído en el seol, 
en las honduras del abismo. (…)"

El seol es un concepto muy interesante que aparece repetidamente en el Antiguo Testamento. El seol o Sheol es la sepultura común de la humanidad, una morada común que constituirían la región de los muertos, una tierra de sombras habitada por los que perecieron. De ahí viene la idea de que Lucifer fue expulsado al infierno, pero en realidad el Sheol no se ubica ahí, sino que es un lugar más parecido al Inframundo grecolatino que al Infierno cristiano. Y no, Lucifer no se convirtió en Satanás. Otro texto del profeta Ezequiel también es ilustrativo:

"Hijo de hombre, entona una elegía sobre el rey de Tiro. Le dirás: 
Así dice el Señor Yahveh: Eras el sello de una obra maestra, 
lleno de sabiduría, acabado en belleza. En Edén estabas, en el jardín de Dios. 
Toda suerte de piedras preciosas formaban tu manto: rubí, topacio, diamante, 
crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda; en oro estaban 
labrados los aretes y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu 
creación. Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, estabas en 
el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de fuego. Fuiste perfecto en 
su conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló en ti iniquidad. 
Por la amplitud de tu comercio se ha llenado tu interior de violencia, y has pecado. 
Y yo te he degradado del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, 
de en medio de las piedras de fuego. Tu corazón se ha pagado de tu belleza, 
has corrompido tu sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he precipitado 
en tierra, te he expuesto como espectáculo a los reyes. Por la multitud de tus 
culpas, por la inmoralidad de tu comercio, has profanado tus santuarios. Y yo he 
sacado de ti mismo el fuego que te ha devorado; te he reducido a ceniza sobre la 
tierra, a los ojos de todos los que te miraban. Todos los pueblos que te conocían 
están pasmados por ti. Eres un objeto de espanto, y has desaparecido para siempre." 

(Ez 28.12-19)


Aunque el mensaje va dirigido al rey de Tiro, un tirano humano, se dice que era "querubín protector", que estaba "en el Edén" pero luego fue "precipitado en tierra". A partir de su rebelión, fruto de la soberbia, Lucifer pasó a denominarse Satanás, el adversario. Sí, sé que antes hemos dicho que eran dos personajes distintos, y me explico. El judaísmo considera a Lucifer y a Satanás como dos entidades separadas. Igualmente el gnosticismo, corriente en la que me ubico, considera a Satanás y Lucifer dos personajes completamente diferentes, siendo el primero un terrible demonio y el segundo la sombra del logos, el divino tentador, el entrenador psicológico, aquel que pone a prueba al adepto para lograr la iniciación. Y éste es el significado más preciso de todos.


Portador de la luz, símbolo del Conocimiento, profesor iniciático. Ahora entendéis por qué la figura de Lucifer me gusta tanto,¿verdad?. Pero vivimos en un mundo cristiano, donde se le ve como la personificación del Demonio. En el cristianismo, Satanás y Lucifer son identificados con el Diablo, sí (Apocalipsis 12,9). La diferencia radica en que Lucifer es el nombre del "Príncipe de los demonios" como ángel antes de su caída; y el nombre de Satán o Satanás es el que adopta después, como "adversario". A veces me gusta imaginar qué pensaría la gente cuando vio la estatua de Lucifer del Retiro por primera vez. Me imagino que la principal reacción de la gente al ver la Fuente del Ángel Caído a principios del siglo XIX fue la misma que la que tiene la gente cuando la ve hoy en día: "¿Qué hace esto aquí? ¿A quién se le ocurre?" Pues se le ocurrió al duque de Fernán-Núñez, quien conocía el verdadero significado de Lucifer y quiso darle un homenaje en Madrid. Las gracias sean dadas por ello. Las gracias para el duque y para todos nuestros lectores por acompañarnos un día más. Nos despedimos hoy aquí, pues no queremos abusar más de vuestro tiempo. Volveremos el miércoles con una nueva entrada sobre... sobre aún no lo sé, tengo que pensarlo. Y será la entrada nº 30, así que tiene que ser algo importante y revelador. No sé, ya veremos. ¡Hasta el miércoles, lectores!

 

3 comentarios:

  1. quisiera conocer a lucifer y tener un encuentro con el, ojala algun dia me suceda

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    1. Puedes venir al Parque de El Retiro de Madrid a saludarle :D

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  2. Amigp, me podrías dar alguna red social para seguirte?, me encantó este blog, saludos hermano.

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