Strobel se ha convertido en un referente para los católicos, pues ha vivido un proceso de conversión a partir de, dice, la investigación histórica. Sin embargo, un par de cosas nos deben poner en guardia. En primer lugar, el cristianismo que practica Strobel es el evangelicanismo, no el catolicismo, y la diferencia es importante: en esa rama del cristianismo, perteneciente al protestantismo, uno de los pilares es el conversionismo, es decir, adoptar como propias las creencias del grupo al que el creyente se incorpora. Los otros tres pilares son el biblicismo (o interpretación literal de la Biblia), el crucicentrismo (lo más importante de la doctrina es la muerte y resurrección de Jesús) y el activismo (la dedicación intensa a una vía de actividad pública. O, lo que es lo mismo, predicación a través de todos los medios disponibles.) El evangelicanismo es la rama del cristianismo más popular en EEUU, y repito, no es lo mismo que el catolicismo. Aquí tenemos la primera cuestión importante que nos debe poner en alerta.
La segunda es que la investigación que ha realizado Strobel por un período de dos años la ha llevado a cabo sin salir de los EEUU. Y esto, a ojos de todos los historiadores de la religión especializados en cristianismo es, cuanto menos, insuficiente. Además el libro que le catapultó a la fama, El caso de Cristo, está redactado a partir de los testimonios de 13 eruditos evangélicos sobre la historicidad del Nuevo Testamento. Richard Dawkins diría que "erudito" y "evangélico" son términos antagónicos pero, sin necesidad de calificar este hecho de forma tan categórica ni despectiva, sí está claro que a esos 13 eruditos les guía sobre todo su fe. Por tanto, siempre van a ver una lectura historicista del Nuevo Testamento, cuando a día de hoy la mayoría de los estudiosos no-creyentes de los Evangelios dicen que no hay que tomar las Sagradas Escrituras como testimonios históricos, pues ni siquiera en su origen fue ese su cometido.
Strobel comenzó a investigar el cristianismo a raíz de la conversión de su mujer, Leslie. Actualmente siguen predicando las doctrinas evangélicas, incluso con un programa de radio
Teniendo todo esto en cuenta, podemos empezar a hablar de la conversión de Lee Strobel. Y aprovecho para dejar claro que en ningún momento dudo de que su fe y su conversión sean auténticas, y me parece fantástico. Simplemente quiero señalar el hecho de que una visión historicista y literal de la Biblia (algo propio de la fe evangélica) puede ser peligrosa, como bien ha señalado Karen Armstrong en algunos de sus libros, como Historia de la Biblia o Los orígenes del fundamentalismo. Ahora bien, dejando eso de lado y sin ánimo de ofender a nadie, vamos a escuchar a Strobel (con el vídeo que he puesto arriba) y vamos a comentarlo:
1. Lo primero que dice es que el sacerdote de la iglesia habló acerca del cristianismo básico, y que durante esa exposición fue "derrumbando uno a uno cada uno de mis conceptos erróneos acerca de la fe cristiana", según el propio Strobel. Desconozco qué conceptos serían esos, pero esto puede ocurrir: dentro del cristianismo hay muchísimos sacerdotes (curas, pastores...) que son absolutamente maravillosos, que transmiten el mensaje de amor universal y que realmente quieren hacer del mundo un lugar mejor. Después de la misa, Strobel se dijo a sí mismo que seguía siendo un ateo, que el sacerdote no le había convencido de la existencia de Dios (tampoco parece haber sido ésa la intención del sermón); pero dice también que, si lo que el pastor dice es verdad, tiene grandes implicaciones sobre la vida de Strobel. ¡Por supuesto! No sólo sobre la suya, sino sobre la de todos nosotros. Como algún día la ciencia demuestre que lo que cuentan los Evangelios es verdad, sin posibilidad de réplica o duda, el mundo cambiará para siempre. Pero, de momento, sólo hay tres opciones: creer que es verdad, creer que no o creer que sí, pero no todo. Por el momento, todo se limita a la decisión personal de cada uno.
2. "Si quieres llegar al fondo del asunto, es el cristianismo verdad y que cualquier otro sistema de fe contrario en el mundo sea falso..." (esto parece muy típico de la doctrina evangélica, considerar que su interpretación del cristianismo es la correcta y que todas las demás fes, creencias y religiones, incluso otras cristianas, son falsas o equivocadas). Y Strobel dice que la clave es su Jesús resucitó o no. Recuerda mucho a lo que dijo Saulo de Tarso hace tantísimos siglos: "Si Jesús no resucitó, vana es nuestra fe". Strobel habla por otro lado de la cuestión "Hijo de Dios", alegando que Jesús se refería a que todos somos hijos de Dios. Y tiene razón. Sin embargo, después mete el tema de la resurrección. "Si dice ser el hijo de Dios, muere y tres días después resucita de entre los muertos, es bastante evidencia de que está diciendo la verdad, ¿cierto?" Aquí es cuando no tiene razón, al menos una razón HISTÓRICA, que es de lo que estamos hablando: no hay ni una sola prueba fuera de los Evangelios que permita afirmar que Jesús resucitó de entre los muertos. Pero eso es cuestión de creencia.
3. Strobel dice que tuvo que aceptar de forma innegable que la Biblia está inspirada por Dios y que el Antiguo Testamento es escritura histórica. Los estudiosos creyentes lo aceptan. Los no-creyentes, no. Algo crucial en la investigación histórica de una religión es que no puede estar "contaminada" por la creencia en sus dogmas. Debe analizarse desde fuera, de manera objetiva, durante años y considerando todos los aspectos que aportan la historia, la arqueología, la antropología y la etnología. La Biblia son las Sagradas Escrituras para los cristianos, y por lo tanto están inspiradas por Dios (exactamente igual que la Torah para los judíos y el Corán para los musulmanes). Strobel dice que al principio leyó la Biblia con escepticismo pero que luego acabó plenamente convencido de que lo que decía ahí era verdad y que era la Palabra de Dios. Muy bien por él, pero no para un historiador.
Es muy frecuente encontrar por Internet frases de Strobel de este tipo. Y, si bien es cierto que durante el siglo XIX-XX un buen número de científicos defendían en la Naturaleza la existencia de un "dios", éste no se parece al de la Biblia. Y, por supuesto, la ciencia dice que sí, el Universo se puede explicar con la existencia de un Dios... pero también se explica sin su existencia. Es decir, no es necesaria la existencia de Dios, y por lo tanto no hay nada que permita afirmar que existe. Una vez más, cuestión de creencia
A medida que avanza el vídeo, Lee Strobel va analizando los cuatro pilares que, según él, demuestran que Jesús era el Hijo de Dios y que resucitó. Si os interesa, podéis verlo y sacar vuestras propias conclusiones. Por mi parte, termino aquí con una reflexión: yo no estoy en contra de Strobel. Me parece fantástico que haya encontrado la felicidad en el cristianismo evangélico y que haya hecho de ello un estilo de vida y un buen negocio. Es maravilloso poder dedicarte a lo que te apasiona y que te paguen por ello. Como creyente, Lee Strobel es uno más, pero es más conocido por tener más proyección mediática (como he dicho al principio, muchos ateos se han convertido al cristianismo sin tanto bombo y platillo).
Sin embargo, como investigador Strobel flaquea. Considera la literalidad de la Biblia cuando cualquier estudioso serio del tema ya ha superado con creces esa limitación, su investigación de dos años la hizo entrevistando únicamente a estudiosos evangélicos de EEUU y no fue más allá, ni histórica ni geográficamente. A muchos eso les valdrá, y me parece genial. Personalmente, comparto la opinión de Frédéric Lenoir o Antonio Piñero: es imposible saber con seguridad si Jesús siquiera existió, mucho menos que murió y resucitó. Strobel menciona 5 fuentes, entre ellas Flavio Josefo (judío) y Tácito (romano). Strobel les da una validez histórica indudable, cosa que no tienen. El escrito de Flavio Josefo Antigüedades judías (94 d.C.) contiene dos referencias a Jesús. Y si bien dan fe de la existencia de Jesús (o parece dar fe, porque es muy posterior en el tiempo y Josefo pudo haber escuchado sólo rumores de su existencia), dice que era "Christos". Y esto es raro en Josefo. A día de hoy hay casi unicidad en aceptar que este pasaje de Josefo fue editado por un copista cristiano para darle el título a Jesús que Josefo le niega (ya que él era judío). Josefo sólo da dos datos aceptados hoy casi universalmente por los estudiosos: Jesús existió, fue condenado a muerte por Poncio Pilato y tenía un hermano de nombre Jacob.Por su parte, Tácito, que no muestra ninguna simpatía por los cristianos, dice en su obra Anales (116 d.C.) que son "... llamados cristianos por el pueblo. Christus, de quien el nombre tuvo su origen, sufrió la pena máxima durante el reinado de Tiberio a manos de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilato..." Aquí, tanto Josefo como Tácito coinciden. Pero incluso con Tácito tienen dudas los historiadores, ya que nació 25 años después de la muerte de Jesús y tampoco cita sus fuentes. No se dice que sea mentira, pero tampoco se acepta de una forma tan plena como pretende Strobel. También se dice que esa frase de Tácito es otra interpolación cristiana y que el autor escribió sobre los chrestianos, no sobre los cristianos. Pero para eso tendríamos que hablar del tal Chrestos, un revolucionario mucho más cercano en el tiempo y que importunó a los romanos más que Jesús, pero no acabaríamos nunca...
Insisto, no escribo esto con ánimo de ofender a nadie: la tolerancia es la bandera de las religiones correctamente practicadas, y yo respeto todas las ideas y creencias. Simplemente creo que a este hombre le faltan datos y por eso no lo considero un testimonio fiable en cuanto a lo histórico. ¿Cómo creyente? Ya te digo: maravilloso. Pero no, no existe unicidad histórica de la vida y obra de Jesús, ni las fuentes hablan tan claramente sobre él. Y eso Strobel lo sabe, y eso es lo que me preocupa. Si realmente ha investigado durante dos años, a los cinco minutos de empezar la investigación tendría que haber considerado esto. Pero no, empieza su discurso diciendo que fuentes cristianas y no cristianas coinciden. Y no, no lo hacen tan plenamente. Ni siquiera Flavio Josefo y Tácito.
Muy interesante leí a Strobel específicamente este Libro. No me aguanto tanta ingenuidad histórica y no me da ganas de leer los demás. Para empezar el Dios del antiguo testamento es un mito evidente y copia de los dioses semitas, cananeos acadios y sumerios, vertido finalmente en un monoteismo casi tribal. Como señala usted en la actualidad ningún teólogo va a un debate serio contra un científico diciendo que Dios andaba por allí volando como los dioses griegos, dictando leyes y matando Amorreos, Jebuseos, Filisteos, etc. Partiendo de este hecho que pocos analizan al hablar de la historicidad de Jesus como Dios y como resuscitado, habría que adjudicarle que es hijo de Yahvé, por lo tanto, habría que darle credibilidad también a todas las mitologías anteriores, la de Egipto, Hitita, Ugarítica, Acadia y Sumeria, etc., pero esos dioses son considerados ídolos y yahve, que era uno mas, si es el verdadero..... es un argumento sencillamente absurdo. De allí que había que presuponer que yhave es Dios para aceptar que Jesús es su hijo y dios también por tanto, y con el perdón de los creyentes, ese Dios no le cumplió ninguna promesa a los Judíos, las pruebas estan en su historia. Creo que partiendo de este análisis todo lo demás que se piedad decir sobre los evangelios, su historicidad su resurrección, etc sale SOBRANDO.
ResponderEliminarLo que creo que experimeta Strobel en su vida es ese vacío existencial que nos lleva a aferrarnos a algo eterno y trascendente y que nos lleva al autoengaño ante el temor y el rechazo al hecho de que se nos va la vida y no podemos hacer nada para detenerla, pero si podemos inventarnos una vida inmortal, es comprensible desde el punto de vista humano, pero no es mas que otro recurso de la mente para adaptarnos y sobrevivir en medio de esta vida que aún no entendemos y nos negamos a entender