miércoles, 6 de febrero de 2019

158. No, Dios no puede curar

En Estados Unidos existen más de veinticinco comunidades religiosas que creen en la curación por la fe. Entre sus dogmas se establece que sólo la oración y el Señor pueden curar. Ni en caso de urgencia vital pueden acudir a la medicina. Está absolutamente prohibido. Se estima que son un millón de adeptos los que siguen a pies juntillas el rechazo de la medicina para ellos y para sus hijos y son los responsables, en última instancia, de la muerte de miles de niños, privados de cuidados médicos. El debate sobre la libertad de culto y sus dramáticas consecuencias está abierto en Estados Unidos. Se enfrentan los republicanos, a favor de la libertad religiosa, y los demócratas, que luchan para conseguir una ley que obligue a estos padres a procurar tratamientos médicos a sus hijos. Por el momento, sólo siete estados permiten denunciar a los seguidores de la Sanación por la Fe, mientras cada año siguen muriendo niños en nombre de la religión.

En Documentos TV han subido un documental que sólo estará disponible hasta el 13 de Febrero:



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Cementerios de niños. Esto es gravísimo, y son muchos los niños y las niñas que han sufrido y siguen sufriendo las consecuencias de esta tradición religiosa. El documental no tiene desperdicio, y por supuesto invita a la reflexión. Una reflexión más allá de las posturas extremas de "religión = todo malo" o "religión = a todo bueno". Esas son posturas simplistas, ignorantes y absurdas. No vengo yo aquí a establecer una solución al problema que muestra el documental, de él se tendrán que hacer cargo los legisladores. No, yo vengo a exteriorizar un pensamiento, una opinión. Creo que todo se fundamenta en la educación.

He escrito ya varias veces sobre la importancia de introducir en la enseñanza primaria una asignatura dedicada al estudio de las religiones. Nunca una asignatura de Religión, a menos que se le dé un enfoque holístico y multidisciplinar, cosa que es difícil. Las clases de Religión suelen consistir o bien en ver películas (algo que no pasa del mero entretenimiento) o en adoctrinar. Y no se trata de eso, la educación pública y el Estado deben permanecer laicos en la representación de todos los ciudadanos. Pero una formación temprana en Hª de las Religiones puede ayudar a prevenir posturas como las que se ven en el documental. Las personas que aparecen pertenecen a sectas fundamentalistas minoritarias dentro del evangelicalismo, pero son un millón de adeptos. La sola sanación por la fe que predican deriva en la creencia evangélica de que la única salvación posible es a través de la fe. Sin embargo, de un paso al otro hay un abismo. Una cosa es creer que tu alma se salva por gracia al tener fe en la expiación de Jesucristo y otra es considerar que únicamente la fe y por lo tanto Dios puede curar enfermedades. Es a todas luces una falacia, ya que los niños que no son tratados adecuadamente por la medicina moderna en enfermedades que tiene  fácil tratamiento, fallecen. La cuestión es que después de haber perdido a esos niños, sus padres están convencidos de que todo formaba parte del plan de Dios. Ahí está el conflicto: en hacer entender a esos padres que sus hijos, aunque suyos, no son de su propiedad. Y que ya desde la Torá se dice que el ser humano debe elegir la vida. Siempre. Que Jesús defiende la vida. Y que desdeñar la ciencia y la medicina es un error de base de cualquier religión histórica que lo practique (no sólo estas sectas, muchas otras comunidades lo hacen), al no ser estos seguidores capaces de hacer una pequeña distinción: el determinismo histórico-geográfico. La necesidad humana de la religión es algo patente, pero también es importante entender que cada religión fue organizada en un contexto histórico, social y geográfico muy determinado. Nuestra obligación es actualizar el contenido de esa religión a nuestro tiempo. Pretender instaurar todo su conjunto sin fisuras en el mundo actual tiene como resultado dejar que mueran niños, como ocurre en estas comunidades evangélicas o matar a todos los que tienen una visión distinta, como hace el ISIS. Numerosos grupos de todas las religiones pretenden mantener en el mundo actual la literalidad de sus textos sagrados. Y eso es imposible. El problema está en hacérselo entender. Y la respuesta está en la educación. Es importante evitar los fundamentalismos.
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