La semana pasada vi la película "Noé" (2014), y me sorprendió gratamente.
El tono del film es característico de la épica-bíblica norteamericana, pero cuenta
una sorprendente y atípica historia de Noé, conocido en la tradición como "el padre
justo de la humanidad". Sin embargo, el guión de la película entra en conflicto con
muchas creencias religiosas. Dirigida por Darren Aronofsky, está interpretada por
Russell Crowe (Noé), Anthony Hopkins (Matusalén, el abuelo de Noé), Jennifer Connelly
(Naamá, la esposa de Noé), Douglas Booth (Sem), Logan Lerman (Cam), Leo McHugh (Jafet),
Emma Watson (Ila, esposa de Sem) y Ray Winstone (Tubalcaín)
Emma Watson (Ila, esposa de Sem) y Ray Winstone (Tubalcaín)
Noé y su hijo Cam ante El Arca
"Cuando nuestro padre Adán habitaba el Jardín de Edén estaba vestido,
como todos los que estaban en el cielo, con una prenda hecha de la luz
superior. Cuando él fue expulsado del Jardín de Edén se vio obligado a
someterse a las necesidades de este mundo. ¿Qué pasó? Las Escrituras nos
dicen que Dios le hizo al hombre y a la mujer túnicas de piel y los vistió; pero
antes tenían túnicas de luz, de la luz más alta utilizada en el Edén..."
El Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento aparecen entrelazados
Adán y Eva aparecen, en una de las visiones de Noé, como seres de luz
La tradición gnóstica (seguramente una emanación de las Escuelas de Misterios) hace mucho hincapié en la gran distancia existente entre el mundo material y el mundo espiritual. Es justo eso lo que nos muestra la película: Adán y Eva, tras la Caída, dejan de ser seres de luz para convertirse en personas de carne y hueso. Esta degradación también aparece constatada en los Vigilantes, que al bajar del Cielo a la tierra su esencia y forma natural de luz queda encerrada en barro y roca. También en la misma visión de Noé hace aparición la serpiente de Edén, alejada de la descripción bíblica. Ésta cambia de piel justo antes de tentar a la primera pareja, emanando la misma luz que representa la divinidad que existía en el hombre. Esta piel será encontrada por Adán antes de su expulsión, y será heredada por sus hijos, generación tras generación, hasta el padre de Noé: Lamec. La película muestra que parte de la divinidad de la serpiente es entregada como regalo al hombre, y que éste a su vez la otorga a su linaje. Esta es otra enseñanza gnóstica, ya que fue Lucifer (el portador de la luz) quien entregó el conocimiento a los hombres.
La serpiente cambia de piel antes de ofrecer el fruto del Conocimiento a Adán y Eva. En otras palabras, se despoja de su propia divinidad para compartirla con el hombre
Tras la expulsión del hombre del Jardín de Edén, Noé explica que un grupo de ángeles, los Vigilantes, desobedecieron al Creador al ayudar a la Humanidad a evolucionar y por ello fueron arrojados a la tierra y despojados de su divinidad. De acuerdo al Libro de Enoc, sólo hubo una razón por la cual los Vigilantes (cuyo trabajo era, únicamente, vigilar a los hombres sin intervenir en su desarrollo) desobedecieron al Creador: se enamoraron. Este grupo de ángeles, dirigido por Samyaza, se enamoró de un grupo de mujeres humanas, y descendieron a la tierra para unirse a ellas. Ellas les dieron hijos y los Vigilantes compartieron con ellas y con su estirpe el Conocimiento de la Creación. De esta unión nacieron, de acuerdo al Génesis, los héroes famosos de la Antigüedad que eran, por cierto, gigantes. De hecho, es curioso leer el pasaje Génesis 6:1-4, el cual reproducimos a continuación:
1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la
faz de la tierra, y les nacieron hijas,
2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran
hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre;
porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años.
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se
llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos.
Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
De acuerdo con todo lo que estamos viendo, parece que el director no tiene ningún interés en hacer un retrato fiel del relato bíblico original, sino la versión gnóstica y que transmiten las Escuelas de Misterios. Por eso mencionan a Dios no con ese término sino como "el Creador". Esto se debe a que para los gnósticos, el dios que creó el mundo que vemos (Yavé) es una deidad inferior, egoísta, ignorante y asesino, que sólo busca someter al género humano mediante la ciega obediencia. Este creador trata de mantener a Adán y Eva alejados del verdadero conocimiento de lo divino (el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal) y cuando desobedecen, monta en cólera y los expulsa del Jardín. Sin embargo, el auténtico Dios estaría encarnado en la serpiente, y les permitió adquirir ese conocimiento. La importancia de la serpiente aparece reflejada en una de las primeras escenas de la película: cuando Noé es un niño aparece junto a su padre Lamec en una especie de magia ancestral utilizando, como principal artilugio, la piel de serpiente encontrada por Adán. Su padre la pone alrededor de su brazo hasta el extremo de su mano. La piel brilla, simbolizando que Lamec ha sido "iluminado" por esta reliquia, y pretende dejarle ese "poder del conocimiento" en herencia a su hijo Noé, como se ha ido haciendo generación tras generación en su familia.
Sin embargo, el ritual es interrumpido por Tubalcaín. Este personaje es uno de los descendientes de Caín, hijo de Lamec (no confundir a este Lamec, descendiente de Caín, con el Lamec padre de Noé, descendiente de Set). Tubalcaín, que en la Biblia simboliza la metalurgia y el progreso tecnológico de la humanidad, en la película asesina a Lamec y roba la piel de serpiente. El pequeño Noé escapa de la escena sin haber recibido, por tanto, los "atributos espirituales" de este artilugio. Y esta es una escena clave, ya que el Creador escoge al único miembro de la Casa de Set que no posee esta herencia para llevar a cabo su plan de destrucción global. Noé está, por lo tanto, en "desventaja", propenso a ser atormentado por las visiones del Diluvio.
Tubalcaín se presenta ante Noé y su familia con sus seguidores
Otro personaje interesante (y mi favorito) es el abuelo Matusalén, guía y consejero espiritual de su nieto Noé, que más bien parece un chamán con poderes místicos y capaz de realizar manifestaciones sobrenaturales. Tal vez esto se debe a que fue "iluminado" con la piel de serpiente antes que su hijo Lamec. Matusalén vive retirado en la cueva de una montaña, la única parte de la Tierra que aún es fértil. En su primera aparición duerme a su bisnieto Sem tras tocarle con un dedo en la frente (ya que lo que van a hablar él y Noé no es apropiado para los niños) y facilita la comprensión de las visiones que padece Noé con una pócima. Más tarde, Matusalén cura a Ila (la esposa de Sem) de su esterilidad, permitiéndole así tener hijos. Este momento es muy simbólico e importante, ya que no es el Creador quien la sana, sino Matusalén a través de los poderes heredados de la serpiente. El plan de "exterminio" del Creador es arruinado por el embarazo de Ila, lo que podría indicar que Matusalén trabaja en favor de la serpiente y no del Creador, y ejerce también como protector de los Vigilantes caídos, ya que incinera a los hombres que intentan matarles. Esta diferencia quizá podría explicar porqué termina ahogado en el Diluvio junto a los demás humanos destructores y malvados y no es rescatado en el arca con el resto de su familia.
Anthony Hopkins encarna a un magnífico Matusalén, el cual vive en una cueva como ermitaño y posee poderes prodigiosos. Cuando era más joven, en cambio, fue un guerrero que protegió a los ángeles caídos, los Vigilantes, de la rapiña de los hombres
Tras la muerte de su padre pasan los años, y ahora Noé tiene una esposa y tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Se encuentran lejos del poder y la influencia de Tubalcaín, el cual viene trayendo consigo la destrucción animal y vegetal de la Tierra, por lo que a Noé se le encomienda la construcción de un arca. Eso sí, el Creador no le habla nunca directamente: todos los conocimientos del plan divino le viene a través de sueños/visiones. Mientras que la Biblia indica que la destrucción del mundo es un castigo a la perversión del hombre, generalizada en los días de Noé, Aronofsky elige reconducir la trama hacia uno de los grandes problemas de nuestro tiempo: el calentamiento global y la destrucción del medio ambiente. De hecho, él mismo indica cuál es el tema central de la película: "Se trata de un apocalipsis ambiental; el tema más importante, para mí, en este momento es lo que está pasando en el planeta. Así que creo que tiene estos grandes, grandes temas que conectan con nosotros. Noé fue el primer ambientalista." Esta idea sobre la importancia de proteger el medio ambiente se ve reflejada también en los movimientos neo-paganos dirigidos a la adoración de Gaia o la Madre Tierra. Así, muchos grupos de jóvenes en la actualidad están defendiendo el medio ambiente intentando rememorar el antiguo paganismo, dejando de lado gran parte de la ley moral de Dios para pasar a adorar la propia Creación. Por lo tanto, en esta versión, el Creador no envía el Diluvio a causa de la maldad del hombre, sino que es la única solución posible a la sobrepoblación y al problema medioambiental que sufre el planeta.
En un momento de la película, Noé es drogado por Matusalén y tiene una visión del Diluvio venidero. Él se está ahogando junto a todos los demás, pero ve a los animales flotando a la superficie. No hay indicación ninguna en la visión de que él vaya a sobrevivir. Él se está hundiendo mientras que los animales, los "inocentes", se aproximan al arca. El Creador, quien otorga esta visión a Noé, quiere a todos los seres humanos muertos. Si bien la Biblia enseña (Proverbios 12:10) que debemos cuidar de los animales, no hay ningún pasaje que indique que Dios prioriza la vida de ningún ser vivo por encima de la del ser humano. La razón de este argumento es mostrar la visión gnóstica sobre el Dios dictador que promueve el homicidio colectivo como solución a un problema medioambiental. Por su parte el antagonista de Noé, Tubalcaín, da un discurso en el que defiende la industrialización y menciona que los animales existen para servir al hombre. Un ejemplo de Tesis + Antítesis = Síntesis.
Más tarde se descubre que Ila está embarazada, lo que convierte al ya preocupado Noé en un psicópata dispuesto a asesinar a su descendencia, todo con el fin de eliminar a la raza humana y cumplir la misión que le fue encomendada por el Creador: fabricar un arca para salvar a los inocentes (los animales), no al hombre. Ante todo esto, Tubalcaín ha conseguido colarse en el interior del arca y sobrevivir al Diluvio, ayudado por Cam, quien quiere vengarse de su padre por haber permitido que su posible futura esposa muera. Cuando Ila está dando a luz, Noé trata de intervenir para matar a su nieta (que luego resultarán ser dos), pero es distraído por Cam, quien le tiende una trampa planeada por él y por Tubalcaín. Él y Noé luchan y finalmente Tubalcaín es asesinado por Cam, al que le devuelve la piel de serpiente. Pese al Diluvio Universal y a la muerte de prácticamente la totalidad del género humano, el regalo de la divinidad otorgado por la serpiente (Sophia o Gnosis) se las arregla para sobrevivir y volver al linaje de Noé (es decir, la posibilidad de que los hombres alcancen la divinidad sobrevive a la voluntad de Dios). Tras la muerte de Tubalcaín, Noé retoma su plan homicida y vuelve a perseguir a Ila y a sus dos hijas recién nacidas. La acorrala... pero no puede asesinarlas. Noé mira al cielo y le dice al Creador: "No puedo hacer esto", y más tarde menciona: "Cuando miré a esas dos niñas, todo lo que encontré en mi corazón fue amor". Al final, la película sugiere que el personaje de Noé es más bueno y misericordioso que el mismo Dios. Tiene algo que el Creador no tiene: amor.
Cuando la familia desciende a tierra, Noé termina aislado emborrachándose y perdiendo el sentido, quedando desnudo. Sus hijos Sem y Jafet le cubren con un manto, y Cam le devuelve la piel de serpiente. En la siguiente escena Noé regresa con su familia, pero ahora posee la piel de serpiente rodeando su brazo y emanando luz, supuestamente como la herramienta que le ayudará a proteger la Tierra. Él ha sido iniciado, al igual que su padre Lamec y su abuelo Matusalén antes que él. Ha salido de su embriaguez espiritual y ahora posee el conocimiento que le permitirá dejar de servir al dios destructor y homicida. En términos gnósticos, él fue usado por su ignorancia pero ahora ha sido iluminado.
En resumen, Aronofsky, que cree que el mito de Noé contiene un fuerte mensaje pro-ambientalista, se toma pequeñas licencias en la historia bíblica para promover una visión gnóstico-cabalística de la misma, donde Dios es menospreciado como un dictador y Lucifer exaltado como la fuente de la Iluminación. Como él mismo dice: "Creo que es una gran fábula que forma parte de muchas religiones diferentes y prácticas espirituales". Y tanto. Desde el mito sumerio de Utnapisthim (el Noé mesopotámico, inspiración del relato bíblico) que muestra al único hombre inmortal de la Creación, pasando por todas las Escuelas de Misterio y los Collegia Fabrorum de la Antigüedad, hasta las logias de Masonería de la Edad Media y la moderna doctrina luciferina de finales del siglo XVI y principios del XVII que perdura aún hoy; todo ello se resume en una de las predicciones más desconocidas de Albert Einstein: "al cabo de 300 años, si la Humanidad no se ha destruido a sí misma, los seres humanos serán capaces de expandir su conciencia más allá de su cuerpo físico y convertirse en dioses". Al final Noé bendice con la piel de serpiente a sus dos nietas, lo que promete que el conocimiento divino en el hombre sigue entre nosotros. Lo que hagamos con él es sólo decisión nuestra.
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