"Tocado por su apéndice de pasta", una versión de "La Creación de Adán" de Miguel Ángel realizada por la Iglesia Pastafari en la que muestra a su ser supremo: el Monstruo del Spaghetti Volador
"¿Por qué una religión debe ser seria?" . Esta es la premisa con la que se presenta la Iglesia Pastafari. El pastafarismo, tal como se denomina esta religión moderna, surgió en 2005 en Estados Unidos como una protesta social para denunciar y oponerse a la difusión de la hipótesis del Diseño Inteligente en los centros de enseñanza (un 45% del profesorado estadounidense explica esta teoría a sus alumnos como respuesta a los orígenes y evolución del Universo). El nombre "pastafarismo" es, como resulta evidente, una contracción de los términos "pasta" y "rastafarismo". Lo que empezó como una crítica social y un juego se ha convertido hoy, en países como Holanda y Nueva Zelanda, en una religión más, y como tal es considerada. De hecho, su credo se ha ido desarrollando y consolidando y actualmente se ha convertido en una de las religiones más conocidas (y divertidas) del mundo. El aspecto más destacable de esta religión es, por supuesto, su creencia en el MonEsVol, es decir, el Monstruo del Spaghetti Volador. El creador de todo, según el pastafarismo. Es invisible e indetectable por los instrumentos tecnológicos de los que disponemos hoy. Creó el Universo en cuatro días y descansó los tres siguientes. Esta deidad adopta la forma de un plato de spaghetti con albóndigas.
Este pasado año (concretamente en abril), los pastafaris españoles volvieron a recibir la negativa del Ministerio de Justicia para que la Iglesia Pastafari pueda quedar inscrita en el Registro de Entidades Religiosas. Su representante legal en España, Antonio Lobo, considera que esta negativa tiene que ver con su carácter paródico. "Somos conscientes de que nuestra creencia y norma moral es muy laxa, pero eso no quiere decir que no creamos en el MonEsVol", declaró al diario ABC. "El pastafarismo acepta a cada uno como es, y lo único que pedimos es que se nos acepte como somos, que es lo que el Ministerio de Justicia nos niega: creer en lo que nosotros queremos creer. ¿Quién ha dicho que una religión debe ser seria?". Y es que, en efecto, las pruebas para creer en Dios, Yahveh, Allah o MonEsVol son las mismas. ¿Por qué aceptar unas y no otras? En la primera ocasión en la que se negó la posibilidad de registro de la Iglesia Pastafari, el Ministerio de Justicia argumentó que era una parodia e "incluso la simple propuesta de registro es ofensiva", lo que a sus defensores y fieles les ha ofendido más. En esa segunda ocasión (abril 2017), Justicia contestó diciendo que no eran una religión, a lo que el señor Lobo replicó muy acertadamente: "¿quiénes son ellos para decir qué es o no una religión?". Además, está convencido de que el MonEsVol les está poniendo a prueba, y que conseguirán que les reconozcan ese derecho, como ya ha ocurrido en los Países Bajos o Nueva Zelanda.
Un cartel que los pastafaris pueden colgar en la puerta de sus viviendas
Uno de los impulsores más destacados de este proyecto es Fernando Cuartero, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha. Este profesor detalla que el pastafarismo tiene su origen en la defensa de la educación laica que hizo el profesor, ahora considerado profeta, Bobby Henderson en Estados Unidos cuando el Consejo de Educación de Kansas aceptó, como hemos dicho antes, la teoría del Diseño Inteligente (emanada de la religión) como disciplina educativa pretendidamente científica. Henderson propuso que en las mismas condiciones debería ser enseñado el pastafarismo. La pregunta que se hacen los pastafaris españoles es cómo unos representantes administrativos (refiriéndose al Ministerio de Justicia) pueden "meterse en nuestra cabeza" para negar que esto sea así. "Además de que, con dicha actitud, que combatiremos en los tribunales, hasta en el de los Derechos Humanos de Estrasburgo si es necesario, también se están ganando el Infierno pastafari. Aunque lo bueno es que en nuestro infierno tendrán el mismo derecho que en el cielo a su correspondiente volcán de cerveza, eso sí, caliente en lugar de fría."
Ilustración que muestra al capitán pirata Mosey (una parodia del Moisés bíblico) en la cima del Monte Salsa recibiendo del Monstruo del Spaghetti Volador las tablas con los "Realmente Preferiría que No" (Mandamientos)
Esas diez tablas de piedra fueron llamadas por el MonEsVol los "Realmente Preferiría que No" (I'd really rather you didn't en el original inglés), denominados "Mandamientos" (Commandments) por Mosey y "Condimentos" (Condiments) por su tripulación pirata, que nunca había oído la palabra "mandamientos". Este relato aparece recogido en el Evangelio del Monstruo del Espagueti Volador, redactado por el propio Bobby Henderson. Y es que el pastafarismo es una religión, y por tanto tiene su Evangelio, su dios, su fe, su explicación del universo e incluso un credo sobre cómo los piratas han ayudado a luchar contra el cambio climático. Pero eso no quita que sea también un movimiento social cuyo principal objetivo es ayudar a las personas a defender su libertad individual. Ahora bien, ¿en qué se basa esta religión? Antonio Lobo dice: "defendemos todo lo que es bueno y nos oponemos a todo lo que no es bueno". Así de sencillo. Pero ¿qué entiende un pastafari por "bueno"? Para eso está uno de los pilares de su fe: los llamados Ocho Condimentos, entregados al capitán Mosey en diez tablas de piedra. Sin embargo, en su descenso del Monte Salsa dos tablas cayeron al suelo, lo que explica que sólo haya ocho, marcando su laxa moralidad. Los Ocho Condimentos tienen como mensaje principal ser buena persona y aceptar a los demás como son, "aunque no crean en el pastafarismo". No son Mandamientos, sino Sugerencias, unas normas morales muy amplias. Aquí los tenéis:
I. Realmente preferiría que no actuases como un imbécil santurrón que se cree mejor que los demás cuando describas mi tallarinesca santidad. Si alguien no cree en mí, no pasa nada. En serio, no soy tan vanidoso. Además, esto no es sobre ellos, así que no cambies de tema.
II. Realmente preferiría que no usases mi existencia como un medio para oprimir, subyugar, castigar, o... ya sabes, ser malo con los demás. Yo no requiero sacrificios, y la pureza es para el agua potable, no para la gente.
III. Realmente preferiría que no juzgases a las personas por su aspecto, o por su forma de vestir, o de hablar, o... mira, sólo sé bueno, ¿vale? ¡Ah!, y que te entre en la cabeza: mujer = persona, hombre = persona, lo mismo = lo mismo. Ninguno es mejor que el otro, a menos que hablemos de moda, claro, lo siento pero eso se lo dejé a las mujeres y a algunos tipos que conocen la diferencia entre el aguamarina y el fucsia.
IV. Realmente preferiría que no te satisficieras con conductas que te ofendan a ti mismo o a tu compañero amoroso mentalmente maduro y con edad legal para tomar sus propias decisiones. Respecto a cualquier otro que quiera objetar algo, creo que la expresión es "jódete", a menos que lo encuentren ofensivo, en cuyo caso pueden apagar el televisor y salir a dar un paseo, para variar.
V. Realmente preferiría que no desafiaras las ideas fanáticas, misóginas y de odio de otros con el estómago vacío. Come, luego ve tras esos malditos.
VI. Realmente preferiría que no construyeras iglesias/templos/mezquitas/santuarios multimillonarios a mi tallarinesca santidad cuando el dinero podría ser mejor gastado en (tú eliges):
A) Terminar con la pobreza
B) Curar enfermedades
C) Vivir en paz, amar con pasión y bajar el precio de la televisión por cable.
Puedo ser un ser omnipresente de carbohidratos complejos, pero disfruto de las cosas sencillas de la vida. Debo saberlo, para eso YO SOY el creador.
VII. Realmente preferiría que no fueras por ahí contándole a la gente que hablo contigo. No eres tan interesante. Madura ya. Te dije que amaras a tu prójimo, ¿no entiendes las indirectas?
VIII. Realmente preferiría que no le hicieses a otros lo que te gustaría que te hiciesen a ti si te van las... ejem... las cosas que usan mucho cuero/lubricante/Las Vegas. Si a la otra persona también le gusta (según el nº IV), entonces disfrutadlo, sacaos fotos, y por el amor de Mike, ¡usad un PRESERVATIVO! En serio, es un pedazo de goma. Si no hubiera querido que lo disfrutarais al crearlo habría añadido púas, o algo.
El Evangelio del Monstruo del Spaghetti Volador fue publicado en 2006
Aunque hace más de diez años que el pastafarismo ha arraigado en España, la existencia de un pasado religioso tan particular ha dificultado que este movimiento dé a conocer a los demás su manera de ver el mundo. "Nuestro trabajo ahora mismo es darnos a conocer, y trabajar todo lo posible para luchar contra los ninjas infieles." Un punto de inflexión importante en toda esta historia es la fotografía que mostramos a continuación. Y es que hace ya 4 años se produjo un acontecimiento importantísimo para este movimiento social. Resulta que un joven informático checo, Lukas Novy, promotor del pastafarismo en ese país, logró salir en su foto del DNI con un colador en la cabeza, tras un proceso judicial que ganó tras alegar que a otros ciudadanos se les dejaba salir en las fotos con tocados en la cabeza por motivos religiosos. Para poder hacer uso del derecho a llevar también un "tocado" en un documento oficial se declaró seguidor de esta Iglesia y argumentó que el colador defendía ese credo. Por ahora, la lucha continúa en España.
Por mucho que nos sorprenda, un colador de pasta en la cabeza (signo distintivo de los pastafaris) ha sido considerado en algunos países un símbolo religioso más
Y ya para terminar, la última pregunta que queda en el aire: ¿tendremos algún día en España una Iglesia Pastafari? Preguntado sobre la posibilidad de construir una iglesia (física) dedicada al pastafarismo, Antonio Lobo ha señalado que se puede utilizar como lugar de culto cualquier sitio "donde se ofrezca cerveza o refrigerios y pasta de cualquier tipo". Sin embargo, en el momento en que consigan estar dados de alta, han adelantado que ofrecerán a la comunidad la posibilidad de tener un lugar de culto físico en Barcelona, Alicante y Madrid. "Las misas, oraciones e incluso bodas dependerán de los distintos ministros que tengamos repartidos por el país. Aunque ya hay ministros en España, lo son por la Iglesia estadounidense. Nos queda esperar un poco." También hay quienes afirman que la Iglesia del MonEsVol es una forma de reivindicar el ateísmo mediante el humor y el sentido del absurdo. Ellos lo aceptan todo. "Aceptamos a aquellos que no creen en nada, a los que creen que hay algo aún no sabiendo qué y a los que creen en dioses y profetas falsos. Ellos también podrán llegar al Volcán de Cerveza y a la Fábrica de Strippers, pero tendrán que ganarse su tiempo libre para disfrutar de ello. Lo que nos indigna es que se acepte que otras religiones tengan privilegios que a nosotros no nos dejan tener. ¿Dónde está la libertad religiosa?".
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