miércoles, 27 de junio de 2018

128. Mons Dei: una ampliación a las Edades del Hombre I

¡Buenos días, amigo o amiga, y bienvenid@ una semana más a EL ARCA! Si me sigues también en YouTube te habrás percatado de que este viernes pasado no he subido vídeo. Esto se debe fundamentalmente a un motivo: trabajo. Cuestiones laborales me han impedido estar en mi casa el tiempo suficiente para preparar el vídeo del viernes, y lo habría subido a lo largo del fin de semana de no ser por otro motivo: no he estado en casa en todo el fin de semana. Lo he pasado en Palencia, concretamente en Aguilar de Campoo y la montaña palentina, con el objetivo de ver la exposición Las Edades del Hombre de 2018. Ésta es una fundación religiosa cuya sede se encuentra en el Monasterio de Santa María de Valbuena, en Valladolid, y cuyo objetivo es difundir el arte sacro de Castilla y León. Por ello, por iniciativa del sacerdote vallisoletano José Velicia y concreción del arzobispado de Valladolid, desde 1988 se vienen celebrando exposiciones con el mismo nombre, acompañados de, digámoslo así, subtítulos. Así, por ejemplo, la edición de 1999 llevaba por nombre "Memorias y esplendores" (celebrada en la Catedral de San Antolín de Palencia), la de 2003 era "El Árbol de la Vida" (con sede en la Catedral de Santa María de Segovia) o en 2016 con "Aqva" (repartida entre la Colegiata de Santa María la Mayor y la Iglesia del Santo Sepulcro de Toro, en Zamora). Este año el título que se le ha dado a la exposición ha sido "Mons Dei", pues el hilo conductor era la tradición espiritual de la montaña como punto de contacto entre lo divino y lo humano. La exposición estaba repartida entre la Iglesia de Santa Cecilia y la Colegiata de San Miguel de, como digo, Aguilar de Campoo, en Palencia. Pero no he venido hoy a hablar de la exposición (recomendadísima) ni de las iglesias que la albergan, sino a ampliar un poco su información. Y es que, como he dicho al principio, Las Edades del Hombre es una fundación católica, respaldada por el arzobispado de Valladolid, cuyo objetivo es la difusión de arte sacro de una zona de España. Es una labor encomiable, nadie puede decir lo contrario. Sin embargo, reconozco que cuando vi que el título era "Mons Dei", me esperaba algo más ecuménico. Es decir, me habría gustado que la exposición girase en torno a todas las montañas sagradas, no sólo a las del catolicismo. Pero es perfectamente comprensible que no sea así, y supongo que bastante han hecho con poner en una esquina de la Iglesia de Santa Cecilia representación artísticas de la montaña vinculada con el sintoísmo, el taoísmo, el islam o el budismo (aunque haya sido un poco cogido por los pelos). Por esa misma razón, y a modo de mera ampliación, esta semana he querido detenerme a hablar un poco sobre las montañas de Dios. 


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Es un tema que da para mucho, y la suerte es que si estáis interesados la información está al alcance de todo el mundo. Yo aquí, lo único que pretendo, es ampliar un poco el abanico y recordarte, más que enseñarte, que numerosas culturas a lo largo de todo el mundo han establecido la montaña como zona de contacto para su divinidad. El motivo no es muy rebuscado: son los lugares naturales más elevados del planeta, donde la tierra se une con el cielo y donde el hombre por lo tanto puede unirse con Dios. Esta idea de la montaña no sólo como nexo de lo divino y lo profano sino como escenario de profundos cambios de conciencia aparece hermosamente reflejada en la película Hermano Oso (que en Hispanoamérica se tradujo como Tierra de osos) de 2003, donde se refieren a una montaña como "el lugar donde las luces tocan la tierra". Si no la habéis visto, corred a verla y entenderéis perfectamente esta expresión. Como digo, no voy a ponerme aquí a dar nombres y datos de montañas a lo loco, porque ya han sido muchos blogs y webs los que se han encargado de ello. Yo os voy a dar mi selección personal, las montañas sobre las que he trabajado para Escuela de Atención.
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Empezamos con el monte Nisir (2743 m.), el actual Pir Omar Gudrun, en el Kurdistán iraquí. El nombre podría significar "Monte de Salvación", y es una de las primeras montañas sagradas de las que tenemos constancia documental porque aparece mencionada en la Epopeya de Gilgamesh. De acuerdo con el mito del rey de Ur, que va en busca de la inmortalidad, hay un momento en el que se encuentra con el superviviente del diluvio que el dios Enlil envió a la tierra para eliminar a la humanidad (la historia nos suena, ¿verdad?). Este superviviente llevará por nombre Utnapishtim, y le contará a Gilgamesh cómo el dios Enki, padre de la humanidad y hermano de Enlil, le avisó de la proximidad del diluvio y le "recomendó" construir un barco para salvaguardar a su familia, animales y plantas de la tempestad. Tras el diluvio, el barco encalló en la cima de este monte, el Nisir, donde Utnapishtim realizó un sacrificio a los dioses (en especial a Enlil) y consiguió la inmortalidad. Pero, como él mismo le dice a Gilgamesh, "es un don que se dio una vez y nunca más se volverá a dar". Aún así, a pesar de que la gente que ascienda hoy al Pir Omar Gudrun no obtiene la inmortalidad, sigue siendo considerado un monte sagrado, y enormemente vinculado con otro...Resultado de imagen de monte ararat

… concretamente el monte Ararat (5137 m.), que separa Turquía de Armenia. Esta montaña cumple la misma función que el Nisir: en el Libro del Génesis se relata la historia por todos conocida de Noé y su familia, que construyen un barco para sobrevivir al diluvio que envía YHVH para castigar a la raza humana por sus pecados. La correspondencia de Noé-Utnapishtim y de YHVH-Enlil es evidente, y es debida al cautiverio que sufrió el pueblo judío en Babilonia desde el 586 hasta el 573 a.C. (y no conviene olvidar que el Génesis fue en gran parte redactado durante este cautiverio), pues mitos como el de Noé o la Torre de Babel están directamente inspirados en mitos y tradiciones de los babilónicos. Sin embargo hay una diferencia fundamental: YHVH no otorga la inmortalidad a Noé ni a nadie de su familia, cosa que Enlil sí hace con Utnapishtim y su mujer. Curiosamente, aunque el Génesis habla genéricamente de "los montes del Ararat" para ubicar el episodio de Noé, las tres religiones monoteístas han venerado esta montaña en particular. El Ararat es famoso, por tanto, por haber sido donde encalló el famoso Arca de Noé, e incluso hay quien defiende la existencia de restos de una embarcación de madera en la cima de la montaña, aunque nadie ha podido confirmarlo todavía con seguridad y la mayoría de los expertos niegan esta hipótesis. Noé también realizó un sacrificio a Dios, y sobre esta misma montaña tuvo lugar la promesa de Dios de que nunca más volvería a enviar un diluvio sobre la tierra. Siglos más tarde, el mismo YHVH establecería otra alianza con un sucesor de Noé en un monte más o menos cercano al Ararat…

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… localizado concretamente en la Península del Sinaí (que políticamente pertenece a Egipto), es el famoso monte Horeb, de 2.285 m. También se denomina monte Sinaí, y es conocido por haber sido el lugar en el que Moisés, profeta y casi fundador del pueblo judío recibió de YHVH las Tablas de la Ley, para gobernarlos. Todos conocemos el episodio en el que Moisés asciende al monte para hablar con Dios y el pueblo de Israel queda a los pies de la montaña esperando. Como Moisés tardaba tanto (cuarenta días), los israelitas pensaban que había muerto (cuando YHVH le envía a Egipto a liberar a los hebreos Moisés cuenta con la friolera de 80 años) y le piden a Aarón, hermano de Moisés, que les construya un ídolo al que adorar para ayudarles a salir del desierto y llegar a la Tierra Prometida. He aquí el episodio del Becerro de Oro, sin duda una figuración del dios egipcio Apis, dios de la prosperidad, más que necesaria para el pueblo hebreo en esos momentos. Sin embargo, Moisés no lo comprendió, y al descender del monte con las Tablas de la Ley y ver la idolatría del pueblo, arrojó furioso las Tablas, que se rompieron. Luego YAHVH volvería a entregárselas, pero no sin antes castigar a los hebreos. Ya sabemos que el dios de los hebreos es un dios tribal celoso y violento, y esta acción la castiga con la muerte. Pues, como se relata en Éxodo 32:26-28, "Y el les dijo: Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta a puerta por el campo, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres." Que YAHVH es un dios cruel queda fuera de toda duda, pero tanto para el judaísmo como para el cristianismo y el islam, éste es su monte y aquí es donde dio al pueblo de Israel una ley para vivir en comunidad, y por eso se le venera. 

De momento vamos a dejarlo aquí, para no hacer la entrada larga en exceso. Quizá la próxima seguiremos hablando de las montañas de Dios, ya veremos. En lo que respecta al canal de YouTube, lo cierto es que últimamente me está dando bastante pereza hacer vídeos, así que no sé cuándo volveré a subir el próximo. Porque soy partidario de no hacer vídeos si no se está completamente convencido de ello, y para hacer uno con pereza y que salga mal, no lo hago. Y eso, que ya veremos. Como estáis suscritos al canal y habéis activado la campanita, os saldrá una notificación en caso de nuevo vídeo. Y nada más, muchas gracias por leer, nos vamos viendo. Ultreia!     

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