miércoles, 1 de noviembre de 2017

96. This is Halloween... or not

En un día tan señalado como este (1 de Noviembre) se celebra en buena parte del mundo la fiesta de Todos los Santos. Ayer, 31 de Octubre, fue la fiesta de la Víspera de Todos los Santos, lo que nosotros conocemos como "Halloween". Ya dedicamos el año pasado una entrada a esta festividad, explicando sobre todo la leyenda que da origen a la decoración y alumbrado con calabazas: la historia de Jack O'Lantern, un personaje que se reciclaría y rebautizaría como Jack Skellington en la fantástica película Pesadilla antes de Navidad (que por cierto no estuvo dirigida por Tim Burton, como mucha gente todavía cree, sino por su amigo Henry Sellick, director de obras como James y el melocotón gigante o Los mundos de Coraline). Burton quedó como productor. La cinta se estrenó el 29 de octubre de 1993.

Resultado de imagen de jack skellington

Jack Skellington aparece presentado como "el Rey de las Calabazas",
un guiño a la leyenda irlandesa de Jack O'Lantern que ya comentamos en su día

Así pues, ¿de qué vamos a hablar hoy? Pues de los orígenes de Halloween. Es decir, vamos a explicar cómo, desde la fiesta que se celebraba en nuestro pasado más remoto, hemos terminado asociando esta noche con disfrazarse de bruja, vampiro y demás criaturas del folclore europeo yendo casa por casa pidiendo chucherías. Y es que la celebración de Halloween se ha convertido en algo muy tradicional, no sólo en EEUU, sino que es una festividad que se ha exportado a todos los rincones del planeta aunque su origen no sea en absoluto americano. Ya todos sabéis que en realidad su origen se encuentra en la remota cultura celta, en la festividad del Samhain, hace más de 2.000 años. Pero, ¿en qué consistía?   

En la noche de Samhain los celtas apagaban las luces y esperaban que la muerte no llamara a su puerta. Los druidas, sacerdotes de los celtas, celebraban rituales y sacrificios en una noche en la que se creía que la frontera entre el mundo de los vivos y el Más Allá desaparecía, y que los espíritus volvían a caminar por la tierra, buscando poseer a los vivos o saldar cuentas pendientes. Por eso los celtas no encendían ningún fuego, las casas permanecían frías y oscuras y sus dueños se vestían completamente de negro para evitar llamar la atención de los muertos. De este modo se creía que en la noche de los muertos se podía seguir con vida si se pasaba desapercibido. En resumen, era una noche en la que la gente lo pasaba realmente mal, aterrorizada de lo que les pudiese ocurrir si llamaban la atención de los espíritus de alguna forma. Además, Samhain significaba también el final del verano y de las cosechas, y con ello cuando la naturaleza empieza a morir para después resucitar en primavera, Beltane. 

Hoy en día, en cambio, nos hemos pasado al otro lado. La gente se disfraza de bruja, hombre lobo, vampiro, etc. (es decir, criaturas del folclore europeo) para cumplir el papel de los espíritus de los difuntos que visitaban el mundo de los vivos, aunque la tradición se ha ido pervirtiendo cada vez más con el paso de los siglos: hoy en día hay gente que se disfraza en Halloween de hombre del Neolítico o de astronauta. Pero en su origen, Samhain era una noche en la que todo el mundo vivía, perdonad la expresión, acojonado. Por suerte para nuestra salud mental, hoy ya no es así. De hecho, empezó a dejar de ser así cuando Julio César y sus ejércitos conquistaron las Galias. La cultura celta se supo amenazada, próxima a su desaparición, y Roma prohibió la celebración del Samhain por considerarla bárbara y de mal fario (qué curioso resulta que, a pesar de esta medida, los mismos romanos vivían una espiritualidad muy similar con los difuntos de sus propios antepasados, como bien atestiguan los llamados lares, dioses del hogar).

Museo borghese, sala del gladiatore, g.l. bernini, enea, anchise e ascanio, 1618-20, 02.JPG
"Eneas, Anquises y Ascanio", de Bernini (1619). Galería Borghese, Roma. Eneas, uno de los troyanos que sobrevivió al ataque aqueo de Troya, será el antepasado de Rómulo y Remo, los fundadores de la Ciudad Eterna. La huida de Troya tiene lugar tal y como refleja la escultura: el príncipe Eneas coge a su hijo pequeño Ascanio y carga sobre sus hombros a su padre Anquises, que a su vez lleva en la mano los lares de la familia. El símbolo es muy evidente: tú (Eneas) empiezas tu camino del héroe, tu recorrido vital, cargando a tus espaldas no sólo de dónde vienes (Anquises) sino toda tu tradición familiar (lares); pero también a dónde vas (Ascanio). Eres tu pasado y tu futuro

Con la llegada del cristianismo la cosa cambió, ya que se produjo un sincretismo de las antiguas tradiciones paganas con la nueva fe, degenerando en una celebración que a pesar de que dista bastante de este origen que os he explicado, aún sigue siendo una festividad en la que la muerte está muy presente. Al conquistar parte de las Islas Británicas, los romanos adquirieron parte de las festividades celtas e incorporaron en su calendario el peculiar fin de año celta. Y como es sabido, la Iglesia es una de las instituciones que mejor perpetuó el bagaje cultural de la civilización romana, a través de herramientas como el latín, la escritura e incluso algunos mitos. Tras las invasiones bárbaras y la caída de Roma, la Iglesia fue la única reproductora de los antiguos escritos griegos y romanos, que muchas veces fueron adaptados a la fe católica (recordemos que el Imperio Romano de Occidente cayó en el año 476 bajo Odoacro, y la Iglesia se había convertido en Católica en el 325). El caso es que más tarde, en el siglo VII, el papa Bonifacio IV incorporó la antigua tradición celta, que figuraba en el calendario romano y se celebraba en tierras bretonas, al conjunto de festividades católicas con el nombre de Víspera del Día de Todos los Santos, en un intento de otorgarle un marco sagrado a una arraigada tradición pagana (tiene bemoles que tres siglos antes, en el 385, se ajusticiase al obispo Prisciliano de Ávila por herejía, precisamente por seguir celebrando los mismos ritos que Bonifacio IV consagró).

Resultado de imagen de prisciliano 
Prisciliano, a pesar de ser obispo de Ávila, era oriundo de Galicia, y allí llevaron su cuerpo tras su ejecución. De hecho, es bastante probable que el cuerpo que se venera en la Catedral de Santiago de Compostela no sea el del apóstol, sino el suyo. Prisciliano fue acusado, juzgado y ejecutado por hereje por ser seguramente un obispo-druida, un ejemplo viviente de sincretismo

Sin embargo, la celebración de All Hallows Eve ("Víspera de Todos los Santos", que evolucionaría hasta formar la contracción Halloween) aún no había dejado de transformarse. En torno al año 1845 Irlanda sufrió la peor crisis económica y social de su historia, lo que se llamaría más tarde la Gran Hambruna Irlandesa. Esto llevó a millones de irlandeses a emigrar a otros países en busca de trabajo, siendo los recientes Estados Unidos de América el principal destino de los inmigrantes. Los irlandeses llevaron consigo, por supuesto, sus tradiciones; y así EEUU adoptó el Halloween. Y así, con la intervención de la nueva Roma, Halloween tomó un cariz mucho más pintoresco, cuando no comercial. Respecto a la tradición de tallar calabazas y hacerlas funcionar como faroles, ya hablamos de ello en una entrada anterior que podéis leer aquí, relacionada con la leyenda de Jack O'Lantern que hemos comentado más arriba. En ningún caso el farol tenía como objetivo convocar espíritus malignos, sino mantenerlos alejados de las casas (recordemos que la tradición de encender faroles surge del folclore irlandés en el siglo XVIII. Los celtas no lo hacían, y los irlandeses fabricaban sus faroles con nabos. Sólo cuando emigraron a EEUU se dieron cuenta de que allí las calabazas eran más abundantes que los nabos, cambiando así la tradición).

Respecto a la costumbre del  "truco o trato" o pedir golosinas de puerta en puerta, ésta surge en 1930 y tiene como origen una práctica que surgió en Europa durante el siglo IX llamada souling, una especie de servicio para las almas. El 2 de Noviembre, el Día de los Fieles Difuntos, los mendigos cristianos iban de pueblo en pueblo mendigando "pasteles de difuntos" (soul cakes), que eran trozos de pan con pasas. Cuantos más "pasteles" recibiesen los mendigos, mayor sería el número de oraciones que rezarían por el alma de los parientes muertos de sus benefactores. En esa época se mantenía la creencia de que los muertos permanecían en el Limbo en el período inmediatamente posterior a su fallecimiento, y que las oraciones, aún realizadas por extraños, podían acelerar el ingreso de ese alma en el Cielo. Esta práctica se trasladó a EEUU en un intento de las autoridades por controlar el vandalismo que se producía durante la noche de Halloween. Y es que hacia finales del siglo XIX, algunos sectores de la población consideraron que la noche del 31 de octubre era un momento de diversión a costa de los demás, inspirados por la "noche traviesa" (Mischief Night) que formaba parte de la cultura irlandesa y escocesa. Y aunque los actos consistían en bromas como derribar cercos o enjabonar ventanas, acabó derivando en auténticas salvajadas contra personas y animales, por no hablar del punto álgido durante la década de 1920 con las masacres perpetradas por los enmascarados del Ku Klux Klan. Sí, este grupo de extrema derecha se sirvió de la festividad para practicar el terrorismo.


Ku Klux Klan Virgina 1922 Parade.jpg
El Ku Klux Klan nació como una secta de la ultraderecha cristiana a finales de 1865, fundada por veteranos de la Guerra de Secesión. Se resistían a la Reconstrucción, es decir, a resolver las cuestiones que habían quedado pendientes tras el final de la Guerra Civil. Pronto recurrieron a métodos violentos para lograr sus fines. Esa primera organización fue oficialmente disuelta por el presidente Ulysses Grant en 1871. Sin embargo, en 1915 se fundó una nueva asociación con el mismo nombre, y durante la década de 1920 comenzaron a matar. A día de hoy es una asociación de extrema derecha xenófoba, homófoba, racista, antisemita, anticomunista, anticatólica y terrorista. Su número de miembros registrados en EEUU actualmente asciende a 550.000  

Es por ello que distintos grupos de la comunidad empezaron a proponer alternativas de diversión familiar para contrarrestar el vandalismo: concurso de calabazas talladas y disfraces o fiestas para niños y adultos. De esta manera se intentaba retomar el espíritu de aquellos cristianos del siglo IV, y así iban casa por casa disfrazados o con máscaras, ofreciendo una sencilla representación o un número musical a cambio de alimento y bebida que, más adelante, derivó en dulces y caramelos. Y en España también celebramos Halloween gracias a la influencia cultural que nos llega constantemente desde Estados Unidos, aunque en nuestro país el 31 de Octubre no es tan célebre (sobretodo para los más mayores) como el 1 de Noviembre, que se conoce como Día de Todos los Santos. Como su propio nombre indica, es una tradición católica en la que se rinde culto a Todos los Santos, conocidos y desconocidos del mundo moderno, y así poder compensar la falta a las fiestas de cada santo durante el año por parte de los fieles. También es importante el día siguiente, 2 de Noviembre, en el que se honra la memoria de los que han muerto y que se denomina Día de los Fieles Difuntos, como hemos mencionado más arriba. Es el día en el que la gente va a los cementerios a dejar flores en la tumba de los seres queridos, un día para recordar a aquellos que ya no están con nosotros. En Irlanda y Escocia, tierras donde el legado celta pervive mucho más que en nuestro país, las familias también van a los cementerios; pero lo hacen para quedarse a comer allí, al lado de la tumba de sus familiares y hablando con ellos, como si aún estuviesen presentes. Este trato con los difuntos también lo tenían los celtas, quienes después de pasarlas canutas la noche del Samhain, acudían a los cementerios a honrar a los espíritus de sus antepasados y a ponerles al día de lo que ocurría en sus vidas. Es una manera de no olvidar de dónde venimos y a quiénes les debemos gran parte de lo que somos.

la-historia-de-halloween-españa-dia-de-todos-los-santos

No hay comentarios:

Publicar un comentario