miércoles, 2 de mayo de 2018

120. El 1 de Mayo

¡Hemos vuelto! Y en una fecha que no podía ser mejor. Ayer fue 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, una festividad surgida entre finales del siglo XIX y principios del XX, que hace referencia al trabajador asociado a una realidad sindical y con un convenio colectivo. El 1 de Mayo es un día para recordar los derechos y las libertades que se ganaron los trabajadores… y que a día de hoy se están perdiendo. Pero no he venido hoy aquí a hablar de esto (todos los periódicos del país tratan este tema), sino a responder a una pregunta: ¿se celebraba algo el 1 de Mayo antes de que las revoluciones socialistas, comunistas y anarquistas, entre otras, tuviesen lugar? Pues sí, y no tiene nada que ver con el trabajo. El hecho de que el Día Internacional del Trabajador sea el 1 de Mayo es un recordatorio a los llamados "Mártires de Chicago", unos sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvo su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886. He aquí el por qué. Sin embargo, como digo, aparte de la lucha por los derechos y libertades de los/las trabajadores/trabajadoras; el 1 de mayo tenía un sentido muy especial para los pueblos de la Antigüedad. Y ese significado es el que vamos a relatar hoy aquí.


Seguro que a los lectores españoles les suena la Festividad de los Mayos, también conocida como Los Mayos o simplemente como Fiestas de Mayo. Se trata de una festividad popular de orígenes ancestrales, tal y como ocurre con la mayoría de las fiestas populares a lo largo y ancho del mundo. Era una celebración primaveral que generalmente en la Antigüedad se hacía coincidir con el primer domingo de dicho mes (recordemos que el domingo, en la mayor parte de las culturas mediterráneas, es el día sagrado) y tenía connotaciones totémicas con la divinidad primaveral o de la fertilidad. Uno podría pensar que estos rituales de la naturaleza se han ido perdiendo con el paso de los siglos. Sin embargo, por ejemplo en la Península Ibérica, esta Fiesta de los Mayos sigue celebrándose en casi todas las regiones (tanto en España como en Portugal), y se suele celebrar la noche del 30 de abril al 1 de mayo, sobre todo en poblaciones de ámbito rural. La maya o el mayo es un tronco o palo alto (que recibe el nombre de “Árbol de Mayo”) que se alza o se alzaba en algunas regiones de Europa en la plaza o lugar público durante el mes de mayo y donde concurrían los jóvenes a divertirse con bailes y festejos. Los chicos competían por trepar por el árbol hasta llegar a la parte superior donde debían coger una bandera, mientras que las chicas les animaban desde abajo bailando y cantando en torno al árbol. Esto se sigue celebrando a día de hoy en algunos lugares de Europa, y es un ritual absolutamente pagano. En primer lugar, todo gira en torno al mayo o maya, el árbol. Un elemento natural vinculado con la cultura celta, por lo tanto, sagrado. El árbol es quizá una referencia a Yggdrasil, el fresno perenne de la mitología nórdica que sostiene el Universo. El árbol es también una referencia a la Scala Dei de Jacob y al Árbol de las Sefirots de la tradición cabalística judía. Sin embargo, también entronca con el culto a la diosa Asherah de los hebreos (la Astarté fenicia), representada por un árbol; y con el culto a dioses de la fertilidad como Atis, muertos y resucitados, donde el tronco del árbol que clava sus raíces en la tierra es el falo del dios penetrando en las entrañas de la diosa. La bandera o cintas que se colocan en lo alto del árbol de mayo es un objeto que simboliza la recompensa superior: la trascendencia e inmortalidad. Los chicos que suben por el tronco buscan trascender y alcanzar la divinidad y el conocimiento que corresponde por naturaleza a la diosa (recordemos cómo en el episodio del Génesis es Eva quien facilita el fruto del conocimiento a Adán) en una especie de hierogamos o matrimonio sagrado, mientras que las chicas/sacerdotisas entonan cantos y realizan danzas en torno al árbol sagrado. Será sólo con la unión de los principios masculino y femenino (es decir, cuando los chicos desciendan del árbol con la bandera y se unan a sus compañeras en el baile) que el ritual de trascendencia esté completo.

Grabado que muestra el alzamiento del Árbol de Mayo en La Hoz, provincia de Guadalajara

Una fotografía que muestra la erección (lo llaman literalmente así, lo cual es maravilloso) del Maibaum o Árbol de Mayo, en Baviera

Esta relación del dios y la diosa a través de un árbol se nos aparece de forma cristalina en la mitología celta: el 1 de Mayo los antiguos pueblos europeos conmemoraban la unión sagrada de sus dioses Belenos y Belisana. De acuerdo a la etimología, “Belenus” significa brillante o resplandeciente, y designaba al dios del Sol, la Luz y el Fuego (todas energías renovadoras). Conocido por los irlandeses, galos y astures y después adoptado por los romanos, su nombre pasaría a las novelas medievales. Las Baltené eran unas grandes fiestas irlandesas que se celebraban el 1 de mayo y que provenían del culto a esta divinidad. Un momento muy importante de estas fiestas era la unión física y espiritual de matrimonio sagrado de este dios con la diosa Belisana o Sirona, adorada tanto en la Galia como en Bretania. Se la relacionaba con los lagos, los ríos, el fuego, el trabajo manual y la luz. Como vemos, comparte ciertos atributos con Belenos, y eso es porque son las dos caras de la misma moneda. El Yin y el Yang, lo masculino y lo femenino. Uno no puede existir sin el otro. La festividad de Baltené Beltane marcaba el comienzo de la temporada pastoral, de ahí la adoración a los elementos naturales: la tierra, el mar y el aire. Una de las principales actividades de esta festividad, asociada a esa unión de Belenos y Belisana, era encender hogueras en las montañas y colinas (lugares donde el cielo/dios y la tierra/diosa se encuentran). 



En algunas regiones centroeuropeas se sigue celebrando Beltane, normalmente la noche del 30 de abril al 1 de mayo. Se encienden hogueras y hombres y mujeres se visten con lo que se consideran trajes rituales: los hombres aparecen caracterizados del dios Belenos, muchas veces en su forma cornuda (los dioses cornudos de la fertilidad son muy frecuentes en la mitología europea); mientras que las mujeres se pintan el cuerpo de verde y azul o se visten con trajes florales, imitando la fecundidad de la diosa Belisana. Sin embargo, no sólo los celtas celebraban estas fiestas. Primeramente las encontramos entre los fenicios y los griegos, como por ejemplo la fiesta Mayumea fenicia, que exaltaba la naturaleza. Fue después cuando estas costumbres fueron asimiladas por las culturas prerromanas, entre ellas la celta. Posteriormente también los romanos hicieron suyas estas fiestas, en su adoración y culto a multitud de dioses. También asimilaron la tradición mayumea para festejar la llegada de la primavera y de las primeras flores del año. Es importante recordar que todo territorio romano tenía, demás de los dioses oficiales, los autóctonos. En Hispania, por ejemplo, recibía mucha veneración la Bona Dea, la buena diosa, llamada también Maya, Maia o Fauna; deidad de la fertilidad en la mitología romana. Esta tradición de canto a la fertilidad y a la unión sagrada del dios y de la diosa sufrió variaciones con la llegada de la civilización árabe a los campos de Castilla, como la manifestación y declaraciones de amor a la persona amada en forma de cantos o rondas. A día de hoy, el cristianismo ha asimilado multitud de fiestas paganas, tal como hemos visto, aunque con variantes en algunos territorios. Por ejemplo, en algunos lugares el famoso tótem del Árbol de Mayo ha sido sustituido por la Cruz de Mayo. En otros lugares se identifica esta celebración con la introducción de la veneración de la Virgen María… que no deja de ser una de las formas de Belisana. Al final, vemos que el 1 de Mayo se celebra la fertilidad general de la naturaleza y la unión sagrada entre el dios y la diosa, las dos caras de la misma moneda. Una fecha de amor y concordia, de respeto por nuestros hermanos y por la naturaleza y todo lo que representa. 



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