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miércoles, 3 de julio de 2019

177. Meditaciones en torno a un nenúfar

Lo que esta semana nos ocupa no es un nenúfar común, sino uno muy especial, no sólo por su significado sino porque no es real, está pintado. Pintado sobre una tabla a la que le tengo especial cariño, ya que entra dentro de mis piezas favoritas del Bosco. Este nenúfar aparece representado en su obra La extracción de la piedra de la locura, una pequeña pintura de finales del siglo XV o principios del XVI que decora la pared lateral izquierda de la sala 56A del Museo del Prado, muy cerca del titánico Jardín de las Delicias. Esta obra es mucho más pequeña y a menudo pasa casi inadvertida, pese a su trascendental importancia. Tod@s aquell@s que han hecho la visita monográfica del Bosco en el Prado conmigo saben todos los entresijos de esta pintura, y no quiero transcribirlos aquí. Lo que me interesa contar es algo que no suelo decir en la visita por falta de tiempo, y tiene que ver, claro, con el susodicho nenúfar. Una flor que sustituye a la famosa piedra de la locura y que es extraída de la cabeza del protagonista.


Era una práctica médica habitual a lo largo de la historia, tan frecuente como ir al dentista: una trepanación. La "extracción de la piedra de la locura" consistía en abrir un agujero en el cráneo para eliminar bultos que se podían producir por la acumulación de piedras minerales, similar a lo que ocurre con un cálculo biliar. Mediante la extracción se creía que no solo se acababan las dolencias mentales, sino también el rastro de todo mal. Los artistas que representaron esta práctica habitualmente lo hacían de forma mordaz, para criticar la práctica de una medicina a veces ingenua, más veces aprovechada. Pero el Bosco se separa de sus compañeros en un detalle crucial: en vez de representar una piedra, lo que el "médico" está sacando de la cabeza de su paciente es el nenúfar cerrado, que tiene una simbología asociada muy interesante.
Se ha planteado que sea en realidad un tulipán, pero esa tesis se ha descartado por dos razones. La primera es que no hay ninguna referencia de que existiesen dibujos de tulipanes en libros para ser copiados por el Bosco. La segunda, que el tulipán no llegó a Europa hasta 1545 procedente de Turquía y no se empezó a plantar en Leiden (Holanda) hasta 1595. El Bosco había muerto en 1516, así que es imposible. No, es un nenúfar casi cerrado. En Oriente y el Este de África (sobre todo en Egipto) se le llamó "loto". Y ahora las piezas empiezan a encajar, ya que es una planta que ha recibido una profunda devoción en todo el mundo, aunque lo asociamos más con el mundo oriental. El hecho de ser una planta sagrada en Oriente no habría impedido al Bosco llegar a su conocimiento, tan amante como era de las manifestaciones "internacionales" de lo sagrado, pues nos ha demostrado que incluso conocía técnicas de meditación yóguicas de la India (plasmadas en el famoso Jardín y en su Mesa de los pecados capitales, sin ir más lejos). Es curioso porque en Oriente el loto/nenúfar va asociado a la iluminación y el conocimiento. En Occidente ha estado más asociado con la fertilidad sexual, en concreto la masculina. Pero hoy me interesa relatar algo que no cuento en las visitas por falta de tiempo: el simbolismo que le asociaban los egipcios.

 
Representación de la Nymphaea caerulea, conocido como nenúfar azul, loto azul egipcio o loto de Egipto en una tinaja de la dinastía XVIII (1550-1295) encontrada en Amarna

El loto o nenúfar era muy importante para los egipcios, de hecho las columnas de sus templos tenían capitel lotiforme, con forma de loto. Pero lo interesante es que también cumplía un papel ceremonial, pues tiene propiedades psicodélicas: las dosis de 5 a 10 gramos de flores inducen una ligera estimulación, un cambio en los procesos de pensamiento y un aumento en la percepción visual. Es curioso, porque una de las cosas que más se repiten en cuanto a la interpretación de las obras del Bosco es que para acceder a su plena comprensión, los que se enfrentaban a ella lo hacían bajo los efectos del famoso cornezuelo u hongo del centeno, cuyo consumo tenía también propiedades psicodélicas. El uso de sustancias alucinógenas con fines espirituales está muy bien documentado desde la Antigüedad, y la época del Bosco no era una excepción. Hay personas que con mera concentración y meditación ya consiguen estados alterados de conciencia que les permiten, en efecto, cambiar los procesos de pensamiento y ampliar su visión de las cosas. Otros necesitan un empujoncito, y eso lo facilitaban los alucinógenos. Y cuidado, ambas vías eran igual de válidas, si bien la vía directa (mística) estaba mejor valorada dentro de las sociedades o hermandades que se dedicaban a la búsqueda de las verdades trascendentes. Pero no quisiera yo desviarme del tema, sino terminar ya: al protagonista de la tabla le están extrayendo un nenúfar, que el Bosco vincula con el simbolismo de la amplitud de visión. Es decir, es una crítica a aquellos que persiguen y anulan a los librepensadores, algo muy común en una época famosa por su intolerancia religiosa. Y este es sólo uno de los muchos mensajes que encierra esta tabla, una de las más profundas y tristemente de las más ignoradas. Merece la pena husmear en los detalles de esta obra, pues ahí están los mensajes.

P.D. Quedo muy agradecido a Eduardo Barba, jardinero, profesor e investigador botánico, que me confirmó muy amablemente que la planta no era un tulipán, sino un nenúfar. 


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miércoles, 12 de junio de 2019

174. Por qué el elefante

En este tercer y último ejercicio de la etimología de mi nombre vamos a hablar de lo que implica el simbolismo del elefante. Casi todo lo relacionado con los elefantes africanos y asiáticos tiene proporciones enormes: su imponente arquitectura, la grandeza de sus almas, la elocuencia con la que residen en su espléndido gigantismo cada vez más vulnerable. Nacieron con pies acolchados que están en armonía con las vibraciones de la Tierra, tienen mil tipos diferentes de células olfatorias y táctiles en sus trompas, viajan con sigilo y agilidad por las cambiantes superficies de las selvas pluviales y estribaciones de las montañas, de la sabana africana y de la periferia de los desiertos, de los bosques rurales de un santuario en Tennesse y las vistas de los sueños de la psique humana. Por el camino reconfiguran la topografía, abren los espacios oscuros a la luz, eliminan obstáculos, cavan pozos para acceder a corrientes subterráneas. Disfrutan de la compañía de otros elefantes, se comunican secretos infrasónicos y se tocan la cara y los costados. Celebran y sufren. Saludan con gritos estrepitosos a los viejos amigos en sus abrevaderos preferidos. Recubiertos de lodo marrón dorado o transformados en apariciones calcáreas bajo una fina capa de polvo; encantadores al ir coronados con matas de hierba o confeti arenoso, podrían ser los arquitectos tutelares que han venido a enseñar a los menos ilustrados cómo ser elefante de verdad en un mundo que se encoge con rapidez.

A las manadas de elefantes siempre las conduce una matriarca en cuyas larga experiencia y prodigiosa memoria se destilan las complejidades de la cultura y la socialización del elefante, el cuidado, la protección y la educación de los jóvenes, así como las ubicaciones estacionales del agua y para pacer, y la constancia en todas las exigencias que hacen posible la supervivencia

Los elefantes no sólo guardan una relación íntima y devota con la "esfera en la que están de pie", sino que sus primeros progenitores míticos fueron 16 elefantes que surgieron de las doradas mitades del cascarón del huevo cósmico y por siempre jamás sostuvieron la Tierra en sus amplios lomos. Sus descendientes, alados y parecidos a nubes, tenían la habilidad de cambiar de tamaño y forma a placer, atravesaban velozmente el mundo de norte a sur y de este a oeste, y estaban a sus anchas en el agua, en la tierra o en el aire. Incluso hoy en día, los poetas aún ven elefantes en el cielo: los enormes y oscuros nubarrones, cargados de lluvia, despiden sus colmillos de relámpagos y contestan con trompetazos profundos y sonoros al llamamiento mágico y eficaz de sus homólogos de abajo. En general, se cree que la presencia de los elefantes es propicia, asegura la fecundidad, la vitalidad y el resurgimiento de la vida física y espiritual del universo. Gaja Lakshmi (Lakshmi de los elefantes), la adorable Madre Tierra cuya benevolencia maternal hace que los jugos que sustentan la vida fluyan por cada planta y animal, aparece en los relatos tradicionales con dos elefantes, uno a cada lado, que vierten poderosas libaciones de agua sobre su exuberante figura. Ganesha, dios de la Sabiduría, hijo de Shiva y Parvati, el amado eliminador de obstáculos y guardián de los umbrales, otorga riqueza material y creativa a sus devotos.  Y Airavata, maravilla de un blanco lunar y seis colmillos que surgió del Océano Lácteo primordial, es la forma totémica y vehículo divino de Indra, el señor de los cielos que maneja el arco iris y libera la fecunda fuerza de la lluvia. 

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Pequeña figura de Ganesha. Su cuerpo de hombre es el microcosmos, la manifestación, y su cabeza de elefante el macrocosmos, la no manifestación; es el comienzo y el fin

Pero los elefantes también pueden representar la destructividad colosal. La agresividad intensificada de un toro en estado de must o el casi delirio de un elefante provocado por el dolor, el miedo o la rabia son los emblemas proverbiales de la furia del cuerpo y la mente. Los elefantes pueden dejar un yermo donde pacen en exceso debido a la continua invasión humana de su hábitat. Cada vez más, los elefantes se están trastornando, en lo social, lo emocional y conductual, por el trauma que suponen la caza furtiva del marfil, la caza y las matanzas de manadas enteras, pese a las sanciones gubernamentales.


Compete al poder de los seres humanos dar un acomodo adecuado al tamaño de los elefantes, en todos los sentidos del término. Si les permitimos ser elefantes con sencillez y de ese modo nos enseñan también cómo ser elefantes, daremos cabida a algo grande, algo que de otra forma languidecería en nosotros mismos. Tal como la larga evolución de los elefantes consiste, en general, en la adaptación de su gigantismo a la miríada de movimientos íntimos de la existencia en el suelo, podríamos renunciar a nuestra abstracción de la vida terrenal y residir en nuestra animalidad más profunda. Dar cabida a los salvajes y los amaestrados. Adquirir la capacidad de eliminar obstáculos y dejar vía libre. Impregnarnos de nuestra grandeza latente: con un tamaño que no tiene nada en común con la grandiosidad de un yo henchido, sino más bien con la gravitas: la plenitud, la influencia, la fuerza interior de nuestra propia esencia.

En esta conocida representación de la concepción de Buda, su madre Maya sueña con un elefante blanco de buen augurio que desciende como una nube para entrar en su matriz. El hecho de que un espíritu elefantino ensombreciera su concepción se refleja en la sabiduría perfecta del Buda, en su amabilidad y autoridad real, así como en sus notables habilidades docentes

miércoles, 29 de mayo de 2019

172. Por qué la calvicie

La semana pasada ya planteamos el proyecto de dedicar tres entradas a los tres posibles significados etimológicos de mi nombre, César. La primera estaba referida al cabello (que podéis leer aquí). El segundo significado posible también es "cabellera", pero como una jocosa referencia a su pérdida. Así que hoy vamos a hablar del sentido simbólico de la calvicie.

La tonsura de San Francisco nos habla de su mudanza de una vida de privilegios a otra de servicio religioso. "Sermón a los pájaros", de Giotto. Basílica de San Francisco de Asís (c. 1300, Italia)

San Francisco, que en la pintura de Giotto está predicando a los pájaros, nació en Asís en un mundo de comodidades y privilegios. Después de una alocada juventud, renunció a su riqueza para dedicarse a una vida de pobreza y compasivo servicio a los pobres y enfermos. Cuando san Francisco y sus seguidores entraron en el clero de la Iglesia medieval, fueron tonsurados (del latín tondere, "trasquilar"), y sólo se les dejó una corona de pelo en la cabeza. En el fresco, el nimbo dorado que rodea la cabeza del santo se hace eco de la tonsura, que a su vez imita tanto la corona de espinas de Cristo como la de su divina realeza.

El cabello, ya lo vimos, puede ser una aspecto tan significativo de la identidad que su rapado voluntario suele experimentarse como un acontecimiento de elevada importancia. Desde la Antigüedad, el pelo se ha asociado a la belleza y, en los hombres, a su vigor sexual y generativo, dada la asociación del pelo con la cabeza y sus fluidos vivificantes. Quedarse calvo era visto como una especie de sequía, como los árboles secos que no dan hojas. Al mismo tiempo, en determinadas culturas y en la moda actual, a veces se considera que la calvicie revela y realza la belleza de la cabeza. La calva puede denotar una persona estudiosa, o un intelecto superior. No obstante, la historia de la caída de Sansón después de que Dalila le cortase el pelo da testimonio de la antiquísima noción de la eficacia mágica del cabello. Los hombres recurren a pelucas, implantes y medicamentos para invertir la calvicie no deseada. Y tanto a los hombres como a las mujeres puede resultarles profundamente traumático el sufrir la pérdida del pelo debido al envejecimiento, la enfermedad o la quimioterapia, pues puede perturbar e incluso alterar de forma permanente la imagen de uno mismo.

    
"Unadorned", fotografía de Katrin Brännstöm, 2001, Suecia

La noción del cambio interior es crucial para el significado simbólico de la cabeza desnuda. Afeitársela con fines rituales transmite la idea de consagración, iniciación y transformación espiritual. Al entrar en una orden religiosa (o en el ejército), uno renuncia a una parte de su individualidad por el bien del grupo, un sacrificio que se exterioriza mediante el rapado craneal. Como la cabeza de la muerte o la casi calva de un recién nacido, la del neófito que se la afeita para su iniciación representa una muerte y un renacimiento psíquicos.

Una cabeza rapada también puede significar un castigo, una degradación o algún tipo de deshumanización, como cuando tradicionalmente se rapaba a los criminales, o a las mujeres que confraternizaban con el enemigo en la guerra. En el caso contrario, los monjes y monjas de las órdenes religiosas hindúes, budistas y cristianas, al afeitarse la cabeza, hacen visibles su votos, cortan la conexión con el imperativo de la atracción sexual y se exponen a la influencia directa de lo sagrado.

La fuerza simbólica de la calvicie tal vez radique precisamente en que expone la superficie de la cabeza: la sesera, el recipiente del entendimiento y el cambio potencial, el contenedor de los pensamientos e imaginaciones íntimos de uno. Aunque la calvicie se relaciona simbólicamente con la receptividad a lo espiritual y con la nueva vida, también evoca desnudez psíquica y física, así como una gran vulnerabilidad. La inevitabilidad del cambio puede requerir de uno que se resigne a estar calvo, pero una persona puede hacer una declaración rapándose el cráneo, en ese caso las imágenes del principio y el fin, lo masculino y lo femenino, la naturaleza y el espíritu pierden sus marcadas diferencias.

miércoles, 22 de mayo de 2019

171. Por qué el cabello

Esta misma mañana estaba charlando por WhatsApp con una amiga sobre la etimología de nuestros nombres. El mío, César, es de origen latino. Sin embargo, su etimología está discutida. Y me apetece contaros, a lo largo de tres entradas, los tres significados que puede tener este nombre. Asimismo, os animo a ponerme en los comentarios la etimología de vuestros nombres, que muchas veces resultan sorprendentes. En lo que respecta al mío, como he dicho, tiene tres significados posibles: cabellera, cabellera en un sentido jocoso de pérdida de la misma, es decir, calvicie; y elefante. Hoy vamos a hablar del sentido simbólico de la cabellera, del pelo. Su iconografía es abundante y maravillosa en sus facetas. Y para prueba, una imagen.

La imagen puede contener: una persona, interior
La santa cristiana María Magdalena, envuelta en su cabellera roja, rodeada por las ocho historias que se atribuyen a su vida. Retablo de madera, obra del Maestro de la Magdalena (c. 1280, Italia)

Sin adornos e ignorada por su dueña, la melena suelta de María Magdalena vela el cuerpo desnudo de la, según la tradición cristiana, pecadora arrepentida. El cabello pelirrojo ha significado ardor erótico y disipación sexual, un temperamento fogoso e impredecible, la ira del dios Marte y el misterio de la brujería y el Diablo.

El pelo es increíblemente potente. Puesto que los folículos de la raíz yacen invisibles bajo la piel, se asocia el cabellos a ideas, anhelos y fantasías interiores y, por tanto, involuntarios. Inconscientes. Su aspecto nos dice algo sobre el estado de la "cabeza" que hay debajo. Un pelo sucio, enmarañado y lleno de piojos nos habla de perturbación mental, pero también de retiro ascético y menosprecio por lo mundano y corporal. Al contrario, los ordenados rizos que aparecen en la iconografía tradicional del Buda reflejan serenidad e iluminación espiritual. El dios Apolo es presentado con cabellos dorados de corte clásico que recuerdan al Sol, mientras que Dionisos aparece con el pelo oscuro, caótico y enredado como las vides silvestres. El cabello negro y rebelde de Harry Potter es señal de ideas poco comunes y habilidades mágicas. El largo cabello de Sansón denota su condición de nazareo (del hebreo nazir, "apartado para Dios"), y ese pacto con Dios le otorga su proverbial fuerza sobrehumana.

El cabello de Sansón, "que ninguna navaja había tocado nunca", es cortado por los filisteos mientras duerme en las rodillas de la traicionera Dalila. Con el corte de pelo se esfuma su fuerza sobrehumana. Sansón y Dalila, de Carlo Cignani (1628-1719)


El pelo tiene ADN y, por tanto, está determinado por la raza, la etnicidad y el sexo, pero el corte o el peinado pueden revelar por su parte individualidad o conformidad, libertad o inhibición, e incluso la religión, profesión e ideas políticas de su dueño y los ídolos o los modelos con los que se identifica. La vitalidad capilar es de igual modo impresionante. Como las células de cada pelo dejan de vivir cuando éste aflora a la superficie, cortar el pelo no duele. Además, los cabellos que se acaban cayendo son constantemente reemplazados por otros. El pelo parece tener vida propia, continúa creciendo después de la muerte, y los antiguos cadáveres humanos fosilizados que presentan cabellera dan la espeluznante visión de estar vivos.

Los ritos de llegada a la mayoría de edad requerían recoger la cabellera suelta de la juventud, cubrirla con un turbante o pañuelo, u ordenarla en complejos peinados y adornarla para significar la adquisición con pleno derecho de la calidad de miembro de la tribu o cultura, así como la asunción en el nivel de responsabilidad, del adulto. Las canas evocan, según para quién, madurez, autoridad, sabiduría o decadencia. El corte de pelo de "estilo paje" adoptado por las mujeres a principios del siglo XIX, coincidiendo con los movimientos sufragistas y feministas, la invención de la bicicleta y la renuncia al corsé, expresaba una mayor autodeterminación y libertad. Algunos indios americanos varones que llevan trenzas las deshacen en los momentos en los que tienen que guardar luto; afeitarse la cabeza es frecuente entre los hombres hindúes, y mesarse el cabello, cortarlo o taparlo son formas de mostrar aflicción o guardar las distancias.

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El espectacular peinado de esta máscara-cimera de madera y piel animal de principios del siglo XX (Nigeria) está seguramente inspirado en la sofisticada peluquería que adornaba las cabelleras de las mujeres de esta región tras entrar en la edad adulta

El pelo es exquisitamente sensual y magnético. El de un varón, mientras lo conserva, denota fuerza, virilidad, juventud, atractivo sexual y potencia, cualidades de las que puede sentirse despojado con la calvicie (de la que hablaremos la semana que viene). Una mujer cepillándose la melena, recogiéndosela, soltándola en cascada como señal de receptividad, sacudiéndola como un caballo sus crines, pasándose los dedos por entre el pelo, o el cabello muy corto que realza con majestuosidad la forma proporcionada de la cabeza que corona el cuerpo: todas ellas se han convertido en imágenes eternas de la belleza, la fertilidad, la seducción, la creatividad, la vivacidad y la gracia. 

Pero también hay un lado oscuro. Se decía que a los ángeles del cielo les atraían tanto las gloriosas cabelleras femeninas que las ansiaban para sí, de manera que se exigió a las mujeres que se cubrieran la cabeza para entrar en la iglesia o el templo, para connotar la relegación de sus brillantes pensamientos y palabras al silencio. En Verdezuela (Rapunzel), el cuento de los hermanos Grimm, la niña que ha sido encerrada en una torre por una hechicera tiene un cabello increíblemente largo y magnífico que tiene que llevar recogido en trenzas. Representa la situación crítica de un alma poseída o atrapada, en la que, hasta que es liberada, la potencialidad de oro de la imaginación verdadera es reemplazada por fantasías idealizadas, ilusorias; y la personalidad, soñadora y aislada, pierde la capacidad de echar raíces en la realidad o vivir creativamente en el mundo.

La imagen puede contener: una o varias personas   
La divina Afrodita peinándose el cabello, que parece las olas del mismo mar del que nació, ha sido una imagen repetida durante siglos por míticas sirenas y mujeres muy humanas (Afrodita de Rodas, c. 100 a.C.)

El Libro de los Símbolos

miércoles, 3 de abril de 2019

165. La piedra negra

Como algunos de vosotros sabéis, de vez en cuando
escribo también algún texto para el blog de Escuela de Atención.
Pues bien, el de la semana pasada tuvo tanto éxito de audiencia
que he decidido traerlo aquí también, a la sede. Espero que lo disfrutéis


En el santuario frigio de Pesinunte (hoy en día la aldea turca de Bala-Hissar, no lejos de Ankara) se veneraba desde tiempos inmemoriales a la diosa madre Kybélê-Cibeles en forma de una piedra negra caída del cielo: un meteorito sacratísimo, digno de la más alta consideración por encarnar la presencia divina procedente de las alturas. La fama de sus milagros se extendía por todo el Mediterráneo. En el 250 a.C., durante la última guerra púnica, los cartagineses seguían amenazando las tierras itálicas, y los sacerdotes consultaron los libros sibilinos para saber cómo destruir al enemigo. “Buscad a vuestra madre”, fue la sibilina respuesta. ¿Qué madre? Lo aclaró el oráculo de Apolo: “Buscad a la gran madre de los dioses, que está en la cima del monte Ida”. Así, en abril de 204, llegó a Italia la piedra negra de Pesinunte, y fue recibida por el hombre que el Senado consideró el más santo de los romanos: Publio Escipión Násica. El meteorito fue colocado en el templo de la Victoria, sobre el monte Palatino. Dos años después Escipión el Africano, primo de Násica, derrotaba a Aníbal en Zama (cerca de Cartago, actual Túnez). Roma estaba salvada.

Otra Piedra Negra, Al-hadjar al aswad, está empotrada en la esquina exterior suroriental de la Kaaba (“dado”, por su forma casi cúbica), a una altura conveniente para que los peregrinos alcancen a besarla. Su tamaño se puede juzgar por la imagen de Muhammad que la repone en la Kaaba, como hemos visto más arriba. Su aspecto sugiere un origen volcánico o, mejor, meteórico. Según la tradición islámica la piedra celeste bajó encendida del cielo con un mensaje del arcángel Jibrail (Gabriel) para Ibrahim (Abraham). La Meca, a imagen de Jerusalén, es centro de la tierra; encima de la ciudad santa resplandece la Estrella Polar, centro del cielo. Al caer, la piedra perforó el firmamento y gracias a este boquete es posible la comunicación entre la tierra y el cielo. La Piedra Negra no es una piedra más, inerte e inanimada: cayó viva y luminosa y, como sus hermanas venidas de las alturas divinas, conserva la vida y el alma traída del cielo. La piedra impregnada de esencia espiritual no es sino un arquetipo planetario más. Los hajj, peregrinos de la Meca, hacen su juramento de fidelidad poniendo su propia mano sobre la piedra o, mejor besándola. Lo mismo ocurre en la Basílica del Pilar en Zaragoza, España, donde la imagen de la advocación mariana se encuentra sobre un betilo o columna de piedra que los fieles circundan y tocan y besan por una pequeña abertura. Del mismo modo, rodea a la Piedra Negra de la Kaaba un macizo marco de plata; la cara expuesta, tan resplandeciente y tersa, evoca los millones de labios que han descansado durante un instante de arrobamiento sobre ella, a lo largo de trece siglos.

La Piedra Negra es anterior al islam: era uno de los ídolos que se veneraban en la Meca mucho antes de la predicación del Profeta. Y en el mundo actual sigue siendo objeto de muchísima veneración, un ónfalos pétreo en cuya esencia divina creen mil quinientos millones de personas. No hay piedra en todo el orbe cuya sacralidad se compare a la de la Piedra Negra.

La Kaaba es ombligo y tumba: frente a la esquina de la Piedra Negra se encuentran dos sepulturas: la de Ismael, hijo de Abraham y progenitor de los árabes, y la de su madre, Agar, la esclava egipcia.

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miércoles, 6 de marzo de 2019

162. El mito y la sociedad, según Joseph Campbell


Durante las próximas semanas iré transcribiendo algunos
fragmentos del Epílogo de la obra El Héroe de las Mil Caras
de Joseph Campbell, aprovechando mi colaboración en 
Rock & Talent. Sólo para ir aclarando conceptos



La mitología ha sido interpretada por el intelecto moderno como un torpe esfuerzo primitivo para explicar el mundo de la naturaleza (Frazer); como una producción de fantasía poética de los tiempos prehistóricos, mal entendida por las edades posteriores (Müller); como un acervo de instrucción alegórica para amoldar al individuo a su grupo (Durkheim); como un sueño colectivo, sintomático de las urgencias arquetípicas dentro de las profundidades de la psique humana (Jung); como el vehículo tradicional de las intuiciones metafísicas más profundas del hombre (Coomaraswamy), y como la Revelación de Dios a Sus hijos (la Iglesia). La mitología es todo esto. Los diferentes juicios están determinados por los diferentes puntos de vista de los jueces. Pues cuando se la investiga en términos no de lo que es, sino de cómo funciona, de cómo ha servido a la especie humana en el pasado y de cómo puede servirle ahora, la mitología se muestra tan accesible como la vida misma a las obsesiones y necesidades del individuo, la raza y la época.

(…) 

En su forma viva, el individuo es necesariamente sólo una fracción y una distorsión de la imagen total del hombre. Está limitado, ya sea hembra o varón; también lo está en cualquier período de su vida, como niño, como joven, como adulto o como anciano; y no sólo eso, sino que está necesariamente especializado como artesano, comerciante, sirviente o ladrón, sacerdote, líder, esposa, monja o prostituta; no puede serlo todo. De aquí que la totalidad, la plenitud del hombre, no esté en un miembro aparte, sino en el cuerpo de la sociedad como un todo; el individuo sólo puede ser un órgano. De su grupo ha tomado las técnicas de vida, el lenguaje en que piensa, las ideas por las cuales lucha; los genes que han construido su cuerpo descienden del pasado de esa sociedad. Si pretende aislarse, ya sea en hechos, pensamientos o sentimientos, sólo lograr romper las relaciones con las fuentes de su existencia. 

(…)

Ha sido costumbre describir los festivales de las estaciones de los llamados pueblos primitivos como esfuerzos para dominar la naturaleza. Ésta es una representación equivocada. Hay mucha voluntad de dominio en todos los actos del hombre, y particularmente en aquellas ceremonias mágicas que se supone han de traer la lluvia, curar las enfermedades o detener las inundaciones; sin embargo, el motivo dominante en el ceremonial de todas las religiones verdaderas (oponiéndolas a la magia negra) es la sumisión a lo inevitable del destino, y en los festivales de las estaciones este motivo es particularmente evidente. No se ha registrado ningún mito tribal que intente postergar la llegada del invierno; al contrario: los ritos preparan a la comunidad para soportar, junto con el resto de la naturaleza, la estación del frío tremendo. Y en la primavera, los ritos no intentan obligar a la naturaleza a producir de inmediato maíz, frijol y calabazas para la comunidad debilitada; por el contrario, los ritos dedican a todo el pueblo a la obra de la estación de la naturaleza. El maravilloso ciclo del año se celebra con todos sus contratiempos y periodos de júbilo, y es bosquejado y representado como una continuidad del ciclo vital del grupo humano. 

(…)

Cada uno lleva el todo dentro de sí mismo; por lo tanto puede buscarse y descubrirse dentro de él. Las diferenciaciones de sexo, edad y ocupación no son esenciales a nuestro carácter, sino meras vestiduras que llevamos por un tiempo en el escenario del mundo. La imagen interior del hombre no debe confundirse con su atuendo. Pensamos que somos americanos, hijos del siglo XX, occidentales y cristianos civilizados. Somos virtuosos o pecadores. Sin embargo, esas designaciones no dicen lo que debe ser el hombre, denotan solamente accidentes geográficos, fecha de nacimiento e ingresos económicos. ¿Cuál es el meollo de nosotros? ¿Cuál es el carácter básico de nuestro ser? El ascetismo de los santos medievales y de los yoguis de la India, los misterios helénicos de las iniciaciones, las antiguas filosofías del Oriente y del Occidente, son técnicas para desplazar el hincapié de la conciencia individual fuera de la presencia exterior. Las meditaciones preliminares del aspirante apartan su mente y sus sentimientos de los accidentes de la vida y lo llevan hasta lo más profundo. "Yo no soy esto ni lo otro; no soy mi madre ni el hijo que acaba de morir; mi cuerpo, que está enfermo o envejece; ni mi brazo, mis ojos, mi cabeza, ni la suma de todas estas cosas. No soy mis sentimientos, ni mi mente, ni mi fuerza intuitiva. " Por medio de estas meditaciones sale de su propia profundidad y finalmente alcanza insondables realizaciones. Ningún hombre puede regresar de practicar tales ejercicios y tomarse muy seriamente en cuenta como don Fulano, de tal o cual población de cierto país.

(…)

Ésta es la etapa de Narciso contemplándose en la fuente, del Buddha sentado en forma contemplativa debajo del árbol, pero no es la última meta; es un requisito, pero no el fin. La meta no es ver, sino caer en la cuenta de que uno es esa esencia; entonces, el hombre es tan libre de vagar por el mundo como lo es su esencia. La esencia de uno mismo y la esencia del mundo son una sola cosa. De aquí que la separación, el aislamiento, ya no sean necesarios. Por dondequiera que vaya el héroe y cualquier cosa que haga, siempre está en presencia de su propia esencia, porque ha perfeccionado sus ojos para ver. No hay aislamiento.

(…)

Centrado en este punto capital, el problema del egoísmo o del altruismo desaparece. El individuo se ha perdido en la ley y ha renacido identificado con el significado íntegro del universo. Por Él y para Él se ha hecho el mundo: "Oh, Mahoma - dijo Dios -, si no fuera por ti, no hubiera creado el cielo."      
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miércoles, 10 de octubre de 2018

143. Animales de Poder: los Tótems IV

PERRO: Es el tótem de la amistad, de la lealtad y el amor incondicional. Está muy vinculado a las personas que protegen a los demás aún a costa de su propia seguridad.

PEZ: Un Animal de Poder peculiar. Es uno de los pocos que, salvo excepciones (como el SALMÓN o el PEZ VOLADOR) tiene un Espíritu genérico. Es el tótem de la vida sin límites, de la fertilidad, la buena suerte y la transformación.

PINGÜINO: Uno de los animales más queridos es también uno de los Tótems más venerados. Esto se debe a que es el Animal de Poder de la gracia natural, de la autoestima. Mejora las relaciones sociales, otorga seguridad y elimina complejos.

RATÓN / RATA: Al contrario que su compañero de arriba, este es uno de los animales que más repelús nos dan. Sin embargo, este Tótem pertenece a los supervivientes y a los habilidosos. Calma la soberbia y enseña a ser humildes. Limpia nuestra vida de energías negativas y aporta seguridad a las nuevas ideas y proyectos.

RUISEÑOR: Junto con el CABALLO, es el Tótem de la libertad, pero sobre todo de los poetas y cantores. Representa la inspiración, la fidelidad y la compañía alegre.

SALMÓN: Una de las pocas diferenciaciones dentro del tótem PEZ, este Animal de Poder va asociado al conocimiento, a las profecías, a la introspección y a la interpretación y uso de los sueños. Se le vincula con la búsqueda de lo trascendente y lo insondable.

SERPIENTE: Asociado a la sabiduría, este Tótem es también el guía de las personas sanadoras e intuitivas. Sabias por naturaleza, aportan compasión y bondad. También se le relaciona a este Animal de Poder con una facilidad innata para los cambios.

TORTUGA: Este tótem no está sólo asociado a la larga vida y a la persistencia en las acciones, sino también a la protección y la seguridad. En algunas culturas, sobre todo orientales, se vincula también con la sabiduría.

VACA: Este Animal de Poder tiene enormes connotaciones femeninas, que se pueden manifestar tanto en mujeres como en hombres. Es el tótem de la intuición, la belleza, la calma y la emoción. Antiguamente se asociaba también con la riqueza y la abundancia.

ZORRO: Un Tótem con fama ambivalente, se asocia a la astucia y al ingenio. Otorga concentración en los objetivos importantes de la vida y, sobre todo, una extraordinaria adaptación al entorno que le rodea.

Y con esta última entrada hemos terminado esta semana el tema de los Animales de Poder. Gracias por haberme acompañado hasta aquí y espero que os haya despertado la curiosidad. Nos vemos la semana que viene, Ultreia!  

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miércoles, 3 de octubre de 2018

142. Animales de Poder: los Tótems III.

LEÓN: Uno de los tótems más conocidos, vinculado con el poder, el honor, la energía y la vitalidad. Es también el símbolo del oro y de la riqueza, un tótem muy vinculado con los reyes y los poderosos, pero también con los alquimistas.

LIBÉLULA: Tótem vinculado con el cambio de lo inconsciente a lo consciente. Se suele manifestar para atraer los pensamientos más profundos de nuestra psique a la conciencia y para convertir las ilusiones y deseos en realidad.

LOBO: Animal de Poder vinculado con el liderazgo y la guía espiritual, es también un tótem de crecimiento interior, libertad, inteligencia y lealtad hacia uno mismo y hacia los seres queridos.

MARIPOSA: Es, junto con la LIBÉLULA, el gran tótem de los cambios. En su caso estos cambios se pueden manifestar físicamente, no sólo de forma psíquica y personal. Y este Animal de Poder consigue que los cambios sean para mejor. Es el tótem de la transmutación y evolución.


MONO: Un Animal de Poder vinculado a la fortuna, pero sobre todo a la vida. Es el tótem de aquellos capaces de reírse de todo, incluso de ellos mismos. Representa la alegría por la vida, la habilidad y la inteligencia.

MURCIÉLAGO: Uno de los tótems peor comprendidos. Está vinculado con la elevación espiritual, un Animal de Poder asociado a los místicos. Facilita la percepción y la sensibilidad, además de permitir el acceso a estados elevados de conciencia.

OSO: Algunas películas más o menos recientes de Walt Disney, como Hermano Oso (2003) o Brave (2012) han hecho mucho hincapié en este Animal de Poder. Es el tótem del Amor, que otorga fuerza, salud y energía.

PALOMA: A pesar de la mala fama que ha recibido en los últimos años, es un tótem asociado al amor divino y a la maternidad, no solamente biológica, sino también en cuanto a la gestación y alumbramiento de proyectos e ideas. Es también un Animal de Poder vinculado con la purificación.

PANTERA: Es un Animal de Poder casi idéntico al LEOPARDO, PUMA O JAGUAR, y es el tótem de los valientes que otorga energía, además de ser un limpiador de energías y pensamientos negativos.

PAVO REAL: A este Animal de Poder le tengo un cariño especial, porque hubo una época en la que yo mismo soñé con él. Es el tótem de la amplitud de miras, que indica a su portador que debe ser capaz de mirar más allá y no enfocarse/obsesionarse demasiado en un solo tema. Invita a tomar distancia para ver las cosas con perspectiva. Es el tótem que incita a abrir la mente y, por lo tanto, a ampliar la visión.


Aquí otros 10 Animales de Poder. La semana que viene continuaremos, empezando por un animal mucho más cercano al hombre y que todos conocemos: el PERRO. Espero que paséis una muy buena semana, y recordaros que este viernes tenemos nuevo vídeo en el canal de YouTube. Ultreia!


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miércoles, 26 de septiembre de 2018

141. Animales de Poder: los Tótems II

CUERVO: Es posiblemente el tótem más ancestral de sabiduría e inteligencia. Es el Animal de Poder de las visiones y clarividencia, con carácter oracular.

DELFÍN: Representa sobre todo la amistad y la entrega desinteresada. Es también el tótem de la alegría, la vitalidad y la generosidad, atrayendo mucha amistad.

ELEFANTE: Este tótem indica fortaleza de la vida social, tanto de pareja como de familia y amigos. Es un Animal de Poder de fortuna y cambios positivos. Aporta energía.

ESCORPIÓN: Uno de los tótems peor valorados. Sin embargo, es un Animal de Poder muy influyente en la pasión, además de atraer la buena fortuna y sobre todo rechazo de las malas energías y pensamientos.

FOCA: Es el tótem de la creatividad, además de ayudar en el equilibrio interior, el autoanálisis y la armonía en la vida.

GATO: Es un Animal de Poder asociado a la fortuna y a la limpieza de malas energías, vinculado también con la creatividad y la alegría.

GORILA: El tótem de líderes, patriarcas y jefes. Otorga protección, sabiduría y energía para la ardua labor de dirección y mandato, pero también justicia.

HALCÓN: Uno de los Animales de Poder más antiguos y más vinculados con el ser humano, casi a nivel simbiótico. Relacionado con el poder y el éxito, un tótem con miras empresariales gracias a su amplia visión.

LAGARTO: Al igual que la IGUANA, este tótem cuida, protege, previene y avisa. Es, por tanto, el tótem de la atención. Protege, pero también enseña alegría en la vida.

KOALA: Su papel totémico es imbuir a su portador de equilibrio. Es el Animal de Poder de los que calman a los demás, los que sosiegan, relajan y desestresan. Es el tótem de la vida pausada, calmada y tranquila.


Hasta aquí otros 10 animales tótems. Es importante recordar que tu tótem no te define como persona, ni te condiciona para que seas de una manera o de otra. Tampoco hay tótems mejores o peores. Simplemente con nuestra forma de ser un Animal de Poder nos acompaña, pero otros se nos pueden manifestar, y eso es una señal de que necesitamos un cambio en nuestra vida, ejemplificado con ese Animal de Poder. La semana que viene seguimos con otra lista de 10. ¿Y vosotros, habéis descubierto el vuestro?

Ultreia!

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miércoles, 19 de septiembre de 2018

140. Animales de Poder: los Tótems

La semana pasada estuvimos hablando de cómo, mediante nuestra interacción con los Animales de Poder, además de entrar en contacto con nuestra inteligencia colectiva podemos tener también acceso a nuestro propio conocimiento y sabiduría como especie. Y, por supuesto, ese conocimiento puede ser aplicado a nuestras vidas de forma que nos resulte útil. Pero, ¿cómo contactar con nuestro Animal de Poder? Las distintas escuelas chamánicas tienen distintas opiniones. Desde los que dicen que sólo tenemos un Animal de Poder, que nos acompaña desde nuestro nacimiento; hasta quien dice que dependiendo del momento de nuestra vida en el que nos encontremos, podrá asistirnos uno u otro Animal de Poder, pasando por los que dicen que tenemos tres Animales de Poder y que dependiendo de nuestras necesidades se van rotando en importancia... sea como sea, esta semana os dejo por aquí una breve referencia al poder de los Tótems. Evidentemente no están todos, porque sería imposible (recordemos que absolutamente todos los animales del planeta tienen un Espíritu de Poder), así que he hecho una pequeña selección. Hay que decir también que la sabiduría asociada a cada uno de los Animales de Poder se ha extraído de la mera contemplación del animal en cuestión y del papel que ha desarrollado simbólicamente a lo largo de la historia humana. 

Personalmente, creo que todos tenemos un Animal de Poder que nos corresponde por nacimiento y otro que está en lo más profundo de nuestra psique, al que sólo se puede acceder de forma iniciática. Quizá le encuentres a través de la meditación, o tal vez él está intentando llamar tu atención desde el mundo físico. Piensa, ¿hay algún animal con el que sueñes muy a menudo, o que te guste mucho, o con el que te cruces repetidamente? Piensa en ello, y puede que te lleves una sorpresa...


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ABEJA: La sabiduría de la ABEJA incluye una profunda conexión con el Sagrado Femenino, es el animal tótem de la organización y de la realización de lo imposible. Representa la concentración y la prosperidad, y tiene un fuerte matiz de conexión con el Más Allá.

ÁGUILA: La sabiduría del ÁGUILA incluye fuerza, velocidad y precisión. Es la representación de un espíritu solar, tótem de las personas fuertes y poderosas. Aporta renovación, vitalidad, valentía y nobleza.

ARAÑA: La sabiduría de la ARAÑA incluye el poder, el misterio y la sabiduría. Es el animal tótem de la creatividad y la inspiración divina, además de representar el cambio y una fuerte protección y poder sobre el destino.

BALLENA: La sabiduría de la BALLENA incluye la guardia de la memoria de la eternidad y todo conocimiento asociado con la voz. Representa la belleza en el movimiento y grandes habilidades psíquicas. Tótem de lo profundo e insondable.

BÚHO: La sabiduría del BÚHO incluye dominio de lo secreto, vigilancia, inteligencia y sabiduría. Es un tótem psicopompo, entre el mundo de los vivos y de los muertos, entre lo terrenal y lo espiritual, lo profano y lo sagrado. 

BURRO: La sabiduría del BURRO incluye el cumplimiento de las promesas, la perseverancia, la resistencia y el amor propio. Es el animal tótem que ayuda a hacer oídos sordos al "qué dirán".

CABALLO: La sabiduría del CABALLO incluye la libertad, siendo otro tótem psicopompo, interesante tanto en el mundo profano como en el sagrado. Es el tótem de los viajes, ya sean físicos o espirituales, y aporta fuerza, nobleza y resistencia.

CANGREJO: La sabiduría del CANGREJO incluye la resolución de situaciones difíciles, la lucha contra el ego, dominio sobre las emociones y protección del espacio del hogar.

CARNERO: La sabiduría del CARNERO incluye equilibrio en situaciones difíciles, confianza en las propias habilidades y valentía. Es un tótem muy asociado con la fertilidad y la prosperidad, pues aporta abundancia y seguridad.

COBRA: La sabiduría de la COBRA incluye la guía espiritual y la representación del Alma del Mundo. Es un grado más evolucionado de la SERPIENTE. Represente la transmutación del alma, recuerdos de vidas pasadas, sabiduría de la Diosa y tolerancia.


Por el momento vamos a dejarlo aquí, con estos diez primeros Animales de Poder. ¿Hay alguno que te llame especialmente la atención? Piénsalo, la semana que viene tendremos más. Ultreia!

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miércoles, 12 de septiembre de 2018

139. El Chamán y los Animales de Poder

No recuerdo exactamente en qué momento empecé a interesarme por el chamanismo, pero sí sé que mi primer "brote", por decirlo así, fue con los Animales de Poder. Ya en agosto del año pasado dedicamos en este mismo lugar una entrada al chamanismo (en realidad, una transcripción del primer capítulo del libro de Mircea Eliade titulado El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, que podéis recordar aquí). El chamanismo es un fenómeno enormemente complejo de la experiencia religiosa, y sería muy atrevido por mi parte pretender exponerlo aquí en toda su gloria. Sin embargo, me gustaría hablar un poco de la filosofía de los Animales de Poder, de los cuales sí he podido leer un poco más. 


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Más concretamente, quiero hablaros de un concepto que he descubierto recientemente y que me ha dejado fascinado. Para entenderlo es importante saber que, dentro de las tradiciones chamánicas, cuando se habla de un Animal de Poder no se está haciendo referencia a un espécimen concreto, sino a su espíritu común. Para entendernos y poner un ejemplo práctico, si estamos tomando algo en una terraza en verano y se nos posa en la mano una mosca, un chamán no ve "una" mosca. Ve La Mosca. Un oso es El Oso, una rana es La Rana, y así sucesivamente. Absolutamente todas y cada una de las especies animales que pueblan este planeta son a su vez Animales de Poder. Todas las especies que caminan, vuelan, nadan o reptan sobre la faz de la Tierra cuentan con una "sabiduría" propia ganada a través de las miles y miles de experiencias individuales acumuladas generación tras generación desde el principio de los tiempos. Y aquí es a donde voy:

El concepto clave es teoría del campo morfogenético, que se ha utilizado para intentar explicar la transmisión de información entre los miembros de una misma especie. Y esta teoría dice que cuando un número determinado de individuos aprenden algo y se alcanza una, digamos, "masa crítica"; el resto de la especie manifiesta dicho aprendizaje como si fuera un comportamiento instintivo. Estaríamos hablando entonces de una especie de memoria común o inteligencia colectiva... o, expresado en términos chamánicos, el espíritu del Animal de Poder, con el cual podemos entrar en contacto al invocarlo. Veamos un caso práctico. A continuación transcribo la experiencia de una chica que ha estado experimentando con su Animal de Poder o tótem, tal como ella lo vivió:

"... durante el transcurso de un viaje chamánico con la bebida ceremonial ayahuasca, tuve la oportunidad de interactuar con el espíritu de uno de mis animales de poder: la Mantis religiosa. Minutos antes yo había adoptado con mi postura física el gesto de oración que le ha dado a este insecto el calificativo taxonómico de 'religiosa' y comprendí que esa postura era uno de sus mensajes codificados. Pude ver que se trataba de algo simbólico y no verbal. La postura me estaba enseñando la importancia y el imperativo de estar haciendo lo que había hecho justo unos momentos antes, o sea, orar para agradecer al Universo sus bendiciones porque eso hacía que continuaran, ya que aquello en lo que fijas tu atención se multiplica.

Entendí que la oración puede parecer un acto estático, pero en ocasiones es lo más dinámico que hay porque agradecer de antemano lo que uno va a recibir es la mejor forma de atraerlo. Tiempo después, cuando estaba estudiando Un curso de milagros, que es un sistema para identificar todas las trampas del ego que nos mantienen en la ilusión del miedo (…) le pedí un consejo a este animal de poder y me vino a la mente el recuerdo de que un día una mantis entró a mi casa y tuve oportunidad de observarla cazar a una gran cantidad de bellas polillas cuando se situó junto a un foco.

Al decodificar esta imagen de la misma manera que en la sesión de ayahuasca, vi que el simbolismo podía traducirse en forma de consejo mediante estas palabras: 'Mantén en tu mente los principios de Un curso de milagros que son tu fuente de luz, para que puedas observar tus pensamientos y cazar eficientemente todas las trampas de tu ego'. Una tarde, paseando por un bosque encontré una mantis, la puse en mi mano y estuve observándola.

Se quedó completamente inmóvil hasta que pasó por su campo de visión una mosca y sin desperdiciar ni un solo movimiento, la atrapó al vuelo, se la comió y después de unos minutos de regresar a su calma habitual, ¡hasta la excretó en mi mano! En aquella etapa de mi vida yo estaba muy preocupada por hacer un montón de cosas para lograr mis objetivos y del comportamiento de la mantis aprendí que el poder de la quietud mental y emocional me permite concentrar la atención que se requiere para no dejar escapar las oportunidades y no desperdiciar el tiempo en movimientos que desgastan la energía. También entendí que actuando de esa forma podía digerir bien las cosas y pasar a lo siguiente en vez de quedarme dando vueltas sobre el mismo tema sin conseguir nada.

En otra ocasión le pregunté al espíritu de la Mantis cómo podía interpretarse el hecho de que en su especie las hembras se coman a los machos. Entendí que esta muerte también era un acto simbólico que hacía referencia al arte tántrico de la disolución del ego durante la unión sexual (…)
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Este testimonio puede recibir distintas acogidas. Para algunos será revelador y podrán extraer de él sus propias conclusiones, enseñanzas y pensamientos derivados. Para otros serán las palabras de alguien que se esfuerza por sacar significados simbólicos donde no los hay, perdiendo el tiempo y haciéndoselo perder a los demás. Todo depende del punto de vista. Y habrá unos terceros que no sólo apreciarán esta experiencia sino que la enriquecerán con la suya propia, con sus consultas al espíritu de la Mantis. Podrán hablar de cosas similares y de otras muchas diferentes. Y lo importante es que todas serán válidas, pues como ya explicó Jung en su libro Psicología y alquimia, el autoconocimiento consiste en proyectar nuestro inconsciente sobre la materia prima de las cosas con las que nos topamos en la vida. Según él, nuestro inconsciente no tiene únicamente recuerdos reprimidos, sino el caudal de la sabiduría de nuestra alma. Y además el inconsciente no es sólo individual, sino colectivo. Una curiosa apreciación que conecta directamente con la tesis de los Animales de Poder...

Dejémoslo aquí por hoy. La semana que viene seguiremos hablando sobre este tema, no quería hacer tampoco una entrada demasiado larga. Para ir abriendo boca e introduciéndonos en el mundo de los tótems, creo que de momento está bien. Nos vemos en la próxima entrada, Ultreia!