sábado, 16 de abril de 2016

31. Los Evangelios Gnósticos

Buenos días a todos, y feliz viernes. Hoy traemos un tema realmente apasionante: los Evangelios Gnósticos. En la entrada anterior (que podéis leer aquí) dije que el apóstol Felipe había escrito un evangelio. Para entender la verdad de los Evangelios Gnósticos, primero hay que entender la verdad de la Santa Biblia. Y el Libro de los Libros no lo mandaron desde el cielo por fax, ¿correcto? Claro que, para muchos creyentes, la Biblia es la palabra de Dios. TODOS los escritos sagrados, no sólo los evangelios, pueden pasar como palabra de Dios. Sin embargo, aquel que la Biblia considera Hijo de Dios, y Dios mismo, no dejó nada escrito para sacarnos de dudas. Ningún maestro escribe, sino que prefiere la transmisión oral. Quizá por haberlo pasado a texto sus palabras se han malinterpretado tanto... en fin, no importa, eso es otro tema. Los creyentes creen lo que está escrito en la Biblia, ¿pero quién escribió la Biblia? Antes que nada conviene aclarar que la Biblia es una recopilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados "libros") escritos en hebreo, arameo y griego. Los textos que la componen fueron escritos a lo largo de aproximadamente 1000 años, desde el 900 a.C. hasta el 100 d.C. Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces ('Canto de Débora') y en las denominadas "fuentes E" (tradición elohísta) y J (tradición yahvista) de la Torá (llamada Pentateuco por los cristianos, los cinco primeros libros de la Biblia que se dicen fueron escritos por Moisés). Pero este no es el tema, si hay alguno de nuestros lectores que esté especialmente interesado en la historia de la Biblia, puede leer Historia de la Biblia, de Karen Armstrong. La explicaría yo mismo, pero es una historia muy compleja y no tenemos ni tiempo ni espacio para explicarla aquí. Empecemos a hablar de los Evangelios Gnósticos.


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Como todo el mundo sabe, solamente se puede hablar de Evangelios en el cristianismo, pues la palabra significa "buena nueva". Los Evangelios Gnósticos fueron escritos en los primeros siglos del cristianismo, pero quedaron fuera del Nuevo Testamento. ¿Por qué? En el 313 d.C., el emperador Constantino había proclamado el Edicto de Milán, según el cual permitía la libertad de culto (hasta ese momento los cristianos habían sido perseguidos por los paganos, y la madre del emperador era cristiana). A partir de entonces, los cristianos crecieron en número hasta tal punto que amenazaban con quebrar el Imperio. Y Constantino no iba a permitir eso. La mayoría de la gente cree que Constantino era cristiano, pero de ninguna manera. Fue un pagano toda su vida, al que bautizaron en el momento de su muerte. Eso sí, ante la amenaza de perder la unidad del Imperio, Constantino convocó en el 325 el Concilio de Nicea, donde se reunieron todas las sectas cristianas. Y es que en los primeros siglos del cristianismo no había un canon estipulado. Cada comunidad cristiana elegía sus libros sagrados, y todos eran igual de válidos. Hasta el año 325, en el que se discutió absolutamente todo. Y, entre otras cosas, qué evangelios entraban en el canon y cuáles no. Así, San Ireneo de Lyon y otros "sabios" de la Iglesia primitiva de Roma decidieron qué evangelios iban a ser los canónicos (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) y cuáles no (los más de 50 restantes). Habría que esperar al 393, en el Concilio de Hipona, para que se decidiese la lista definitiva de textos bíblicos que quedarían integrados en la Biblia que todos conocemos hoy en día, conformada por 46 libros del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento. Se podría pensar que entonces los evangelios gnósticos son aquellos evangelios que no resultaron elegidos, pero eso no es del todo exacto. Los evangelios que se rechazaron, por una u otra razón, fueron denominados "apócrifos". Pero no todos los apócrifos son gnósticos. "Gnosis" significa "conocimiento", y los Evangelios Gnósticos fueron escritos por las sectas cristianas que se creían los herederos del cristianismo verdadero y mistérico, en contraposición con los ortodoxos de la Iglesia de Roma. Eso sí: todos los evangelios gnósticos son apócrifos, pero no todos los evangelios apócrifos son gnósticos. 


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Fresco en los Museos Vaticanos que representa el Concilio de Nicea

Bueno, excepto uno: el Apocalipsis. Pero ese sí está incluido en la Biblia. La única razón por la que un texto como el Apocalipsis se encuentra en la Biblia es porque los padres de la Iglesia creyeron que era una obra del apóstol Juan. Pero lo más fácil es que Juan el apóstol, Juan el evangelista y Juan el autor del Apocalipsis fueran personas distintas. El último libro de la Biblia se salvó porque creyeron que los tres Juanes eran uno sólo. Si no, el Apocalipsis habría acabado olvidado en algún papiro perdido en el desierto de Egipto. ¿Por qué de Egipto? Los evangelios gnósticos son textos escritos en copto que fueron encontrados por un campesino en 1945 cerca de Nag Hammandi, en el Alto Egipto. La vasija donde fueron encontrados contenía 13 libros de papiro, con 45 textos que, en su gran mayoría, no eran conocidos. Sin embargo hablaban, al igual que los evangelios canónicos, de la vida de Jesús, aunque de manera distinta a éstos. Por ejemplo, en uno de ellos se dice que Jesús estuvo casado con María Magdalena. A aquellos que sean seguidores de El Código Da Vinci de Dan Brown o que nos hayan leído ya en alguna ocasión, esto no les pilla por sorpresa. 

De acuerdo con los análisis realizados a dichos documentos se pudo demostrar que fueron escritos alrededor de los años 350 y 400 d.C.; sin embargo, como es muy probable que hayan sido traducidos del griego al copto (el dialecto de los cristianos egipcios), se ha especulado que los originales en griego quizá hayan sido escritos entre los años 120 y 150 d.C., y ahí es precisamente donde empieza la polémica, pues estarían muy cercanos a las fechas de los evangelios canónicos que componen el Nuevo Testamento (60 - 110 d.C.) y entonces surgiría la pregunta: ¿ya se tenía conocimiento de la existencia de estos documentos en el Concilio de Nicea? Y, si es así, ¿por qué no fueron incluidos como parte del Nuevo TestamentoNo tengo la respuesta, sólo conjeturas. Aunque se supiese que esos evangelios gnósticos existían (algo perfectamente plausible) no habrían sido incluidos en el canon por las enseñanzas que contienen, que iban en contra del dogma de la Iglesia de Roma y del Imperio. Eso sí, copias de algunos de estos textos llegaron a Europa en los siglos XIV y XV y muchos artistas se hicieron con ellos. Entre ellos, el maestro Leonardo da Vinci.


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El florentino, además de ser cátaro, era al menos lector gnóstico; y tuvo en su poder El Evangelio de Juan. Claro, podréis decirme que hay ya un Evangelio de Juan en la Biblia, pero me refiero a otro Evangelio de Juan. En la Italia del siglo XV se le conocía como El Libro Secreto de Juan, y fue escrito probablemente por la misma persona, o grupo de personas, que escribió/escribieron el ApocalipsisComo he comentado antes, los documentos encontrados en Nag Hammandi son 52; sin embargo, sólo 4 de ellos se encuentran en el rango de evangelios:

- Evangelio de Tomás: es uno de los más importantes, y quizá el más importante de entre los evangelios. Está formado por 114 dichos atribuidos a Jesús mientras hablaba con sus discípulos, y se asemeja mucho a los cuatro evangelios canónicos del Nuevo Testamento. Sin embargo, aquí hace especial hincapié en que el Reino de Dios está en nosotros.

- Evangelio de Felipe: al igual que el Evangelio de Tomás, se conforma de 143 dichos y fragmentos de conversaciones de Jesús con sus discípulos. La importancia de este evangelio radica en que aparece la noción de que María Magdalena era la compañera/esposa de Jesús; este evangelio habla además de la posibilidad de que Jesús no haya resucitado de la muerte y, por último, menciona que María no fue concebida por el Espíritu Santo. 

- Evangelio de la Verdad: más que estar escrito en forma de evangelio, este texto parece ser un sermón, consta de 53 sentencias y fue duramente criticado por Ireneo.

- Evangelio de los Egipcios: es uno de los textos que más se acercan a los evangelios canónicos; tienen una fuerte referencia esotérica y habla de Set como salvador en la figura de Jesús.

No todos los evangelios gnósticos se encontraron en Nag Hammandi, aunque muchos de ellos sí fueron hallados en Egipto y la zona de Palestina. Otros textos de fuerte contenido gnóstico y que datan de la misma época son:

- Evangelio de María Magdalena: este no forma parte de los encontrados en Nag Hammandi, fue escrito aproximadamente en el siglo II y hallado en 1896 y, aunque no existe un autor, los estudiosos lo atribuyen a María Magdalena, pues habla de una discípula de Jesús de nombre María, a la que revela como la gran iniciada en los misterios del cristianismo, mucho más importante que cualquiera de los apóstoles.

- Evangelio de Judas: data aproximadamente del siglo II d.C., en él se reivindica la figura de Judas Iscariote y se le ve como un discípulo que sólo siguió los designios de Dios, mientras que en el Nuevo Testamento se le trata como un traidor.

- Evangelio de Juan: al igual que el Evangelio de María Magdalena, forma parte de la colección de papiros coptos de Berlín, y en él se habla de una aparición de Jesús a Juan posterior a la resurrección y ascensión al cielo. Juan le pregunta sobre el Reino de Dios, el Demonio, la validez de los pecados... pero lo que hace realmente interesante este evangelio es que Jesús revela a Juan que lo dicho y escrito por Moisés en el Antiguo Testamento es falso. Que el dios del pueblo judío, Yahveh, no es un dios, sino una criatura malvada, celosa y cruel creada a partir de las potencias celestiales en un error de la Magna Mater. Y esa criatura tendría a sus órdenes todo un séquito de criaturas impuras (los ángeles) que serían los responsables de la creación del hombre y sus pecados.

Ahora entendemos por qué el Evangelio de Juan le gustó a Leonardo da Vinci. Considerar el Antiguo Testamento como los desvaríos de una criatura malvada es algo que le pega. Y llama poderosamente la atención el Evangelio de Judas. Si se suicidó, ¿cómo pudo escribir un evangelio? Bueno, ¿acaso se suicidó? Je... dejemos eso para nuestra próxima entrada. El caso es que no se sabe quiénes fueron los autores de estos evangelios, igual que pasa con los canónicos. Pero es perfectamente plausible que muchos de los discípulos de Jesús, y seguidores, hubiesen dejado escritos. Para la Iglesia Católica, los evangelios gnósticos son una red de mentiras que enmarañan el cristianismo. Para los gnósticos, los evangelios canónicos son sólo una pequeña parte del mensaje de Cristo. Que cada cual decida en qué desea creer.


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